La elección de un verdadero yogurt te dará una buena ingesta de calcio y una dosis mucho más baja de azúcar. Los cultivos vivos del yogurt han demostrado que ayuda a restablecer la flora intestinal y mejora la digestión, e incluso puede ser una forma natural para defenderte de las infecciones.
Además te aportará:
Proteínas de calidad.
Ácido fólico.
Potasio, magnesio, fósforo, yodo, zinc.
Vitaminas del tipo A y B.
Ayudará a tu sistema inmunitario.
Será bueno para el sistema nervioso.
Fortalecerá tus huesos y dientes.
Te dará mucha energía.
El yogurt es la mejor opción comparada con el helado tradicional, ya que éste último que contiene casi el doble de azúcar que un yogurt que no está helado. Mientras que una copa de yogurt natural lleva 19 gr de azúcar, una taza de un yogurt congelado puede contener alrededor de 40 gr de azúcar.
La clave para hacer que este estupendo postre congelado sea sano es el tamaño de la porción. Puedes disfrutar de un pequeño plato complementado con algo de frutas frescas, de tal forma que sea una merienda saludable o tu postre de vez en cuando. Ten en cuenta que una porción mediana o grande de este postre puede contener hasta 390 calorías.
En este sentido, aquellas personas que padecen de hipertensión o problemas de azúcar deben consultar con su médico antes de incluir esta merienda en su dieta. Por último, te recomendamos acompañarlo de frutas para potenciar los beneficios a tu cuerpo dándoles una dosis adicional de vitaminas y minerales.
EFE
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