Son cremosos, deliciosos y constituyen una alternativa ideal para desayunos, meriendas o ensaladas pero además, resultan sanos? Hablamos de los yogures griegos elaborados al modo tradicional, y repasamos las ventajas de comerlos habitualmente.
El yogur griego, que podría haber desembarcado en la zona mediterránea de la mano de los turcos y que se obtiene al separar el suero líquido del yogur convencional, logrando una textura más espesa y rica en proteínas, grasas e hidratos de carbono.
En primer lugar, el yogur griego tradicional se trata de un producto lácteo elaborado a base leche de vaca o de cabra y que contiene entre un 9 y un 10% de materia grasa láctea, a diferencia de las variedades típicas de yogur, que no suelen rebasar el 3,5%. Cuanto más elevado es dicho índice, el yogur es más completo para que los bacilos se desarrollen. Además de su cuerpo más cremoso, sabroso y denso, el griego tiene entre un 8% y 16% de proteínas, cerca del doble que el resto de yogures.
En términos generales, el yogur griego es una opción más saludable que el normal, proporcionando una cantidad mayor de nutrientes y ayudando a tu cuerpo a absorber los nutrientes de manera más efectiva. Una ración de 170 gramos te aporta entre 15 y 20 gramos de proteínas, pocos carbohidratos y altos niveles de potasio, calcio, vitamina B-12, vitamina B-6 y magnesio. También contiene valiosos probióticos para la salud de tu estómago, niveles bajos de sodio y colesterol y unas 100 calorías.
Al contener menos lactosa, es ideal en pequeñas dosis para aquellos que no deseen consumirla, así como para las dietas bajas en carbohidratos simples.
Beneficios del yogur griego para tu organismo
Elevado aporte proteico: Comer al menos un yogur griego al día es ideal para incorporar a tu dieta proteínas de buena calidad y de fácil asimilación, especialmente comparándolo con otras fuentes como la carne roja. Estos macronutrientes son fundamentales para reparar tejidos, mantener sano tu sistema muscular y estimular el crecimiento celular.
Buen funcionamiento del sistema digestivo: Los probióticos naturales presentes en el yogur griego cuidan tu flora bacteriana intestinal, preservando el buen funcionamiento digestivo y protegiendo el sistema inmunológico.
Salud ósea: Los altos niveles de calcio y otros minerales clave significan que el yogur griego puede ayudar a mejorar la densidad mineral ósea y ralentizar la progresión de la osteoporosis a medida que envejecemos. Consumiéndolo habitualmente garantizarás el desarrollo de huesos y dientes, participando en el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
Rico en yodo: Este nutriente es clave para tu glándula tiroides y tener un metabolismo saludable, un buen sistema esquelético o una temperatura corporal.
Dosis de vitamina B12: Esta se halla principalmente en alimentos de origen animal y el yogur griego es un buen producto donde encontrarla, ya que esta es imprescindible para tu salud cerebral.
Además, el potasio presente en yogur griego compensa el exceso de sodio y te permite recuperarte tras hacer deporte.
ticbeat
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