En toda feria que se precie hay una serie de atracciones y diversiones que no pueden faltar, entre ellas, el tiovivo, la noria, un saltimbanqui e, incluso, si hablamos de un parque de mayores proporciones, una montaña rusa. Pero, ¿conoces el origen de estas palabras? ¿Sabes por qué se llaman así?
Origen de la palabra tiovivo
El carrusel de caballitos que gira y gira sobre un eje central posiblemente sea una de las atracciones con más sabor e historia y en el que todos nos hemos montando más de una vez. Las formas más habituales de nombrar esta atracción son caballitos (no necesita explicación) y tiovivo, cuyo origen es ciertamente curioso.
En julio de 1834 una epidemia de cólera azotó Madrid. Especialmente aciago fue el día 17 de julio, en el que fallecieron más de 150 personas, entre ellos un hombre llamado Esteban Fernández, que era conocido por sus allegados como Tío Esteban y que se ganaba la vida con un carrusel de caballitos ubicado en el actual Paseo de las Delicias de la ciudad.
La noticia de su muerte fue recibida con mucha pena, tanto por los niños como por los mayores, pero el Tío Esteban aún tenía guardada una última alegría para su gente. Cuatro amigos portaban a hombros al muerto camino del cementerio para ser enterrado. Andaban tristes y silenciosos cuando, de repente, el que creían cadáver se incorporó y empezó a gritar: “¡Estoy vivo, estoy vivo!”
La convalecencia fue larga, pero su fortuna cambió para siempre, pues desde aquel día, y cuando la epidemia de cólera fue pasando, todo el mundo quiso montarse en los caballitos del Tío Vivo, que con el tiempo acabaron llamándose solo tiovivo.
Origen de otras palabras de feria
El origen de la palabra noria es árabe y procede del término Na’ura, que significa “la que llora, la que gime”. El batir constante del agua sobre las paletas produce el característico sonido de las norias de agua que finalmente le ha dado ese nombre.
La noria es uno de los ingenios hidráulicos que ha hecho que la vida de mucha gente sea mejor a lo largo y ancho de todo el mundo durante siglos. Y esas primeras norias de agua fueron las que con el paso de los años dieron lugar a las grandes ruedas, habituales en ferias y parques de atracciones.
La primera noria construida con un fin lúdico data de 1893. Ese año, George Ferris, un ingeniero especializado en el ferrocarril, inauguró con motivo de la Exposición Universal de Chicago una noria de 80 metros de altura y de 76 de diámetro, que estuvo activa hasta 1906.
Saltimbanqui
Un saltimbanqui, según el Diccionario de la Real Academia, es una “persona que realiza saltos y ejercicios acrobáticos, generalmente en espectáculos al aire libre”.
Pero antiguamente se designaba con este nombre, o también con el de “saltabancos”, a los vendedores ambulantes de brebajes medicinales que, en las ferias y otros mercadillos, para llamar la atención de sus posibles clientes se dedicaban a saltar por encima de los bancos cantando las bondades de los productos que intentaban vender.
Montaña rusa
Se dice que la emperatriz Catalina la Grande (1729-1796), esposa del zar Pedro III de Rusia, para no aburrirse se lanzaba por la ladera de una montaña subida en un cajón de madera a modo de trineo en invierno y con ruedas en verano. Los franceses, que fueron quienes llamaron a este invento “montaña rusa”, introdujeron las ruedas para mejorar el deslizamiento y empezaron a usar vagones con raíles en desuso para dar mayor diversión a la atracción.
supercurioso
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