Una pareja de artistas repone las piezas desaparecidas por otras de madera forrada de un colorido tricot.
Si paseas por las calles de Lisboa, mira al suelo y te sorprenderás.
Una de las cosas que mas caracterizan las calles de Lisboa son los adoquines. Una herencia directa de la pavimentación romana y una tradición en la capital portuguesa. Este tipo de pavimento, es muy presente en el centro antiguo de la ciudad pero con el paso del tiempo, el tráfico y probablemente algún turista “cleptómano”, los adoquines van desapareciendo.
Patricia Simões y Tiago Custódio son una pareja de artistas, que bajo el nombre neoFOFO reparan adoquines de manera altruista desde el 2013. Con la ayuda de dos agujas, unos ovillos de colores y madera crean nuevos adoquines forrados de tricot y los colocan en los agujeros del pavimento, manteniendo el formato original pero con un toque de color. Luego, desde la distancia, observan la reacción de la gente al pasar, sorprendida de ver que los adoquines ahora son de lana. Se paran a tocarlos y sonríen.
Comparten su trabajo con el hashtag #neofofo y en su Instagram. Han empezado a firmar los adoquines porque así la gente los respeta más al ser una obra firmada. No se trata solamente de reparar el pavimento, sino de despertar una sonrisa al peatón y que se empiece a tener consciencia del patrimonio histórico del adoquín portugués. Recuerda, si vas a Lisboa, mira por donde pisas!
lavanguardia
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