EFEMERIDES DESTACADAS y Santos Inocentes

Una verdadera paradoja se vive este día, en la que la alegría y la tristeza se mezclan y confunden. Si bien la gente lo toma como una jornada de bromas y chanzas, poniendo de relieve la inocencia o ingenuidad de las personas, muchas veces se olvida que el origen de esta celebración es una terrible tragedia que se cometió contra los niños en tiempos de Herodes, en su afán por atentar contra la vida del recién nacido Jesús.    

Es el llamado “Día de los Santos Inocentes”. 
El origen del término “inocente” es tan grave que lo que se hace hoy no tiene ningún valor. La causa es una conmemoración antigua, registrada en la Biblia y muy triste como fue el asesinato de niños inocentes de Belén (Judea) por parte de los guardias del rey Herodes I o “Herodes el grande”.

En Mateo 2:16, se decía: “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos”.En el Nuevo Testamento, San Mateo explica cómo unos sabios llegaron a Jerusalén desde Oriente y se presentaron ante el rey Herodes I el Grande. Iban en busca del futuro rey de los judíos que acababa de nacer, pues se había visto una nueva estrella sobre Israel que señalaba la llegada de un rey de reyes. Herodes, desconfiado y temeroso de perder su poder, pidió a los reyes magos que fueran en busca de este niño y volvieran para informarle de su paradero; pero el tiempo pasó y los sabios no regresaron.

Para acabar con el problema de raíz, Herodes envió a un grupo de soldados a Belén con orden de asesinar a cualquier niño menor de dos años que encontraran allí, asegurándose así de que el anunciado mesías, futuro rey de Israel, muriera. La matanza tuvo lugar el día 28 de diciembre y, para recordar a las víctimas, la Iglesia Católica decidió instaurar esta fiesta como homenaje.

Cabe indicar que Belén, en esos tiempos, era un pueblo muy pequeño, ubicado a unos 7 km. de Jerusalén, y con una población estimada en no más de 800 habitantes, por lo que se calcula que fueron asesinados unos 20 menores.

Cientos de años después, el acto genocida de Herodes -según la Biblia- se fue convirtiendo en una celebración. En el Medievo ya era considerada una fiesta popular, que reivindicaba el concepto de ‘inocencia’. Así empezó el espíritu carnavalesco medieval, que permitía una especie de alegría sin culpa. Es por eso que lo pagano se ha apoderado de la fecha, abriéndose las licencias para lo más estrambótico. Todo terminó en una sola fecha, pero lo celebratorio y carnavalesco perduraron.

Con esa aceptación general del jolgorio popular, la modernidad vinculó la fecha con las bromas a las personas. Una permisividad clara ante el escarnio a la credibilidad de lo que se dice o hace. De esta forma, las bromas -muchas de ellas muy pesadas- fueron lo más característico de ese día, que dejó de llamarse en los medios “Día de los Santos Inocentes” y pasó a ser simplemente “Día de los Inocentes”. El espíritu carnavalesco bajó  sus decibeles, pero quedó un aire risueño ante la conmemoración.

Efemérides históricas