De un tiempo atrás mucho se ha oído hablar de que las leches vegetales como la leche de almendras, soja, avena, etc… son más saludables que la leche de vaca.
Uno de los argumentos que se han escuchado mucho últimamente rechazando la leche de vaca es que el ser humano es el único animal que sigue consumiendo leche después de la lactancia. Lo cierto, es que basarse en este argumento para dejar de consumir este producto no tiene mucho sentido, más bien es un razonamiento falaz.
La leche de vaca, así como los productos derivados de la misma, forman parte de un grupo de alimentos muy completo y equilibrado debido a la gran cantidad de nutrientes que contiene. Además, posee un alto contenido en proteínas y minerales de gran valor biológico como el calcio y la vitamina D.
Hay más intolerantes a la lactosa o hay un aumento de pruebas diagnósticas?
Es cierto que actualmente se ha incrementado considerablemente las pruebas de diagnóstico de intolerancias alimentarias. Hace unas décadas apenas se hablaba de la intolerancia a la lactosa y ésta ya existía. Hoy en día este tipo de pruebas se realizan constantemente y están más al alcance de todos. Por ello, muchos profesionales de la salud consideran que la causa del aumento de caso de intolerantes se debe a esta causa y no al consumo de leche.
Dejando de lado la polémica, lo que reflejan los estudios científicos es que la leche es un alimento importante para nuestra salud siempre y cuando no se abuse de ella, como todo, pero aunque el calcio sea importante en nuestra dieta, también hay que tener presente, tal como indican otros muchos científicos, que la leche no es ni la única fuente de calcio y tampoco la mejor.
Si hablamos de la relación de la leche de vaca con el cáncer la cosa se pone más peliaguda. Mientras unos afirman que una dieta rica en leche puede alargar la vida de los pacientes con cáncer (Investigación de la Sociedad Américana del Cáncer publicada en Journal of Clinical Oncology), otros como Donald Abrams de la Universida de California, consideran que estas virtudes no se le pueden atribuir a la leche por sí sola, sino que más bien son consecuencia de una dieta completa que influye en la salud de los pacientes.
Lo que sí es cierto, tal como afirma la Dra. Davaasambuu de Harvard, es que hay una relación de la leche con la aparición de cánceres como el de ovarios, próstata y mama, que se debe a los estrógenos que pasan de la leche de las vacas embarazadas a los humanos.
Partiendo de los resultados de esta investigación se han realizado otros muchos posteriores que al final han evidenciado que tan sólo la leche entera está relacionada con el cáncer de próstata, aconsejando el consumo de leche baja en grasa, leche cultivada y yogures.
Los beneficios de las leches vegetales
Entre unas leches y otras, la leche de vaca es la mejor fuente de calcio frente las leches vegetales, que no son comparables con la de vaca ya que su aporte nutricional es más bajo. Aún así, las leches vegetales tienen sus ventajas y beneficios.
Las leches vegetales tienen una menor cantidad de ácidos grasos saturados mientras que su contenido en ácidos grasos insaturados es mayor.
Son una excelente alternativa para las personas alérgicas a la proteína de la leche de vaca o con problemas de estreñimiento, aunque hay que tener en cuenta de que la cantidad de fibra varía según el tipo de leche vegetal.
Por ejemplo, en el caso de la leche de soja, ésta es muy beneficiosa, debido a su contenido en isoflavonas, para las mujeres en la menopausia, así como para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Diferentes tipos de leches vegetales
A la hora de decidir incluir bebidas vegetales en nuestra dieta, sobre todo si lo hacemos para sustituir a la leche, no es suficiente con pensar que éstas son más saludables que la leche de vaca sino que hemos de prestar atención a la cantidad de azúcares añadidos y si está o no enriquecida con calcio y vitamina D.
La bebida vegetal elegida debe contener:
Una concentración mínima de 120mg/100ml de citrato cálcico
Menos de 5gr/100ml de azúcares simples
Otro factor a tener en cuenta es su contenido en proteínas y minerales. Esto se debe a que por norma general tanto las proteínas como minerales de estas bebidas son de menor valor biológico por lo que nuestro organismo absorberá estos nutrientes en menor proporción, siendo en muchos casos aconsejable un aporte extra mediante suplementos nutricionales.
Leche de Soja
Es la más similar, nutricionalmente hablando, a la leche de vaca y la única con unos niveles de proteínas óptimos. Muy rica en isoflavonas, la leche de soja está muy recomendada en mujeres con la menopausia y para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Leche de Avena
Contiene muy poca grasa y prácticamente la mitad de proteínas que la leche de vaca aunque si nos fijamos en su aporte en calcio es muy similar al de la leche semidesnatada. En cuanto a su aporte en nutrientes la leche de avena lo hace de una forma muy escasa.
Leche de Arroz
Esta bebida vegetal carece de valor nutricional y suele contener unos niveles muy altos de azúcares. Aún así, tiene la ventaja de que es muy fácil de digerir y no contiene ni gluten, ni lactosa, siendo una bebida muy bien tolerada por personas con alergias alimentarias y/o intolerancias.
Leche de Quinoa
Comparte con la leche de arroz su fácil digestión y su ausencia de gluten y lactosa pero con la ventaja añadida de que en este caso, la leche de quinoa, posee un alto contenido en fibra y ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6.
Leche de coco
De todas las bebidas vegetales, la leche de coco es la más calórica. Posee grandes cantidades de grasas saturadas e hidratos de carbono por lo que no se recomienda su consumo diario. En la leche de coco también encontramos vitaminas del grupo B, fibra y minerales como el calcio, fósforo y magnesio.
Leche de almendras
Esta bebida es ideal para personas con problemas digestivos y/o intestinales. Es rica en potasio, hierro, vitamina E, calcio y magnesio. Fuente de fibra y una gran aliada para bajar los niveles de colesterol en sangre.
Tanto la leche de vaca como las leches vegetales tienen sus ventajas y desventajas por lo que a la hora de optar por una u otras, debemos tener claros los siguientes pros y contras:
Leches o bebidas vegetales para niños
A excepción de la leche de coco, las bebidas vegetales tienen un bajo contenido en grasas saturadas.
Las leches vegetales tienen altos niveles de azúcares añadidos y carbohidratos a excepción de la leche de arroz que contiene muchos carbohidratos pero son de lenta liberación. Por lo tanto, se recomienda elegir aquellas bebidas vegetales que contengan menos azúcares simples ya que no son nada saludables.
Las leches vegetales suelen contener pocas proteínas a excepción de la leche de soja.
Las bebidas vegetales contienen muy pocos micronutrientes y aquellos imprescindibles en la leche de vaca como el calcio y la vitamina D, suelen ser añadidos de forma artificial.
Leche de vaca para niños
Posee un alto contenido en proteínas, calcio, vitamina B12 y vitamina D, importantes para el crecimiento y desarrollo de los niños. La leche de vaca posee un alto valor nutricional y es muy fácil hacer que los niños la consuman.
La leche de vaca contiene grasas saturadas y colesterol pero este impacto se puede minimizar optando por la leche desnatada, aunque hay que tener en cuenta que en este tipo de leche los niveles de vitamina D son inferiores.
Contiene lactosa por lo que en el caso de que el niño/a sea intolerante se debería optar por leches sin lactosa.
FT
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