Todas las personas tenemos a nuestro alrededor varios grupos, varios estamentos o varios círculos sociales que influyen en nosotros de ciertas maneras y pueden darle a los demás una percepción sobre nosotros que ni siquiera tiene por qué parecerse a nuestro propio autoconcepto.
Demasiadas personas han visto que les tachan de una cosa o de otra solamente por las compañías que frecuentan. Han visto su vida beneficiada o perjudicada, y todo por saber o no saber escoger bien las personas de las que se rodean…
Estos que salieron escaldados de un grupo pueden haber caído en esta jugarreta por tener unos criterios morales errados, unos filtros mal preparados o, simplemente, por pecar de ingenuidad. Pero hay una forma sencilla de resolverlo.
Alguna vez te habrán dicho la típica frase hecha de “dime con quién andas y te diré cómo eres“.
Es una frase que tiene bastante de cierta. Culpa a la influencia, si quieres.
Pueden hablar de cómo somos por la gente que nos rodea en un sentido bastante peculiar: conocen nuestras necesidades y deseos en cuanto a sociabilizar se refiera.
Es decir, conocen la clase de gente de la que nos gusta o preferimos rodearnos.
Y eso es un detalle bastante importante.
Habrá quien diga que tus círculos pueden aumentar tu valor percibido, tu preselección y demás parafernalia; pero en verdad tan sólo definen lo que quieres en una forma subliminal, y hablan sobre ti indirectamente.
Tus Círculos y compañías cuentan lo que buscas y aceptas para tu vida. ¡Por eso es esencial rodearse de las personas adecuadas!
Obviamente, si te rodeas de personas que son interesantes, atractivas física y mentalmente, con una personalidad magnética y vibrante, y francamente estimulantes a todos los niveles…
Digamos que lo que obtienes es eso mismo, por contagio.
Te vuelves así por su influencia, ya que te mueves con esas gentes y captas esas esencias.
Buscas eso para tu vida, y eso tienes.
Mandas algo a la vida y eso recibes de vuelta.
El mundo resuena contigo de acuerdo al modo en que tú vibres en él.
La sabiduría popular y el sentido común no mienten cuando dicen que no debe uno buscarse amigos mediocres para ser el mejor de todos ellos; sino buscarse amigos excelentes para que, aún siendo el peor de ellos, tengas oportunidad de crecer .
Don Quijote también supo rodearse de las personas adecuadas cuando mantuvo a su lado a Sancho Panza.
En un principio, Sancho se vio arrastrado a las locuras de Don Quijote. Cuando este último comenzó a sufrir el desencanto, fue Sancho quien procuró seguir dando alas a su amigo.
Este es un “SECRETO” sobre rodearnos de grupos selectos que nos pasa desapercibido por estar demasiado a simple vista.
Realmente podría decirse que es un secreto a voces; pues “selecto” no significa “gente forrada con estatus e influencias”, ni cosas similares.
Significa todo lo contrario, quizás: darte cuenta de que, antes que preocuparte por los estamentos, la posición social o el poderío económico; se trata de rodearte de aquella gente que mejor responde a tus estímulos y mejor complementa tus necesidades. Tanto en el aspecto social, como sentimental e intelectualmente.
Tan sólo necesitas una cosa: decidir y clarificar aquello que buscas y deseas. Una tarea en la que puedo acompañarte, si lo deseas.
Una vez logrado este primer paso indispensable, se trata de adecuar tus relaciones en mayor o menor medida a ese principio.
Te has encargado de ello sin darte ni cuenta de forma natural.
Se trata simplemente de encontrar esa clase de personas con las que puedes compartir ciertas cosas, pero con las que al mismo tiempo no compartes otras.
A la gente con la que puedes ser a la vez semejante y divergente.
Encontrar gente así te dará perspectivas variadas. Te ayudará a descubrir puntos de vista con los que contrastar y complementar los tuyos propios; y te ayudará a conocer también nuevas ocupaciones o cosas que puedes hacer, nuevas aficiones, etc.
Es probable además que, debido a esto, acabes por conformar grupos dedicados a una o varias de las cuestiones que te interesan. Y que esto se repita para casi todas ellas.
Habrá personas a las que puedas poner en varios de tus grupos; y con otras tendrás que ser más restrictivo. Todo depende de los intereses que puedas compartir.
Y suponiendo que el interés y el motivo de unión de todos tus grupos sea diferente; el separarlos tal vez suponga que personas de entre tus grupos se conozcan y tengan intereses comunes que no previste.
Cuando eso sucede, puedes convertirte en un puente y crear alianzas estratégicas. En ocasiones puedes lograr incluso una mixtura de grupos eventual.
Fíjate en las cosas deseables que encuentres en todas las personas a tu alrededor, te gusten o no en mayor o menor medida, y trata de recordarlas todas: esas serán las cualidades que más aprecias en los demás, para tenerlas en tu vida.
Seguramente se te ocurran muchas más que las que puedes encontrar así o a simple vista, y no hay nada malo en ello…
Pero no abuses extendiendo la lista demasiado.
Podrías acabar convirtiéndote en una persona demasiado exigente y prácticamente antisocial; lo cual es todo lo contrario a lo que buscas. Y precisamente por excederte.
lavidaesfluir
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