El amor es un sentimiento tan maravilloso que cuando te incumbe, deseas anunciarle al mundo entero que estás enamorado. Pero la verdad es que ni siquiera hace falta que lo menciones. Es suficiente pasar contigo sólo un momento observando y toda la realidad sale a la luz.
A continuación, presentamos 10 cosas extrañas que hacen las mujeres cuando están enamoradas.
1. Fingir el desinterés
Cuando ya estás segura de que le gustas a él, y el hombre sigue buscando una manera para poder acercarse más a tu lado, es cuando más intentas aparentar la de acceso difícil.
Este es uno de los comportamientos femeninos a los que no conseguimos entender al 100%, aunque a las mujeres se nos sale del alma, y sí que funciona en muchos casos (haciendo que el hombre nos gusta se vuelva aún más loco por nosotras).
2. Regalar celos
Llega el momento que no deseas que tu objeto de admiración se entere de que te gusta. Por tanto, cuando sólo aparece una oportunidad, le intentas dar celos con la ayuda de otra persona. Luego, toda intrigada empiezas a esperar su reacción y enfrentamiento. Estos tipos de conductas resultan muy ridículos, pero, pese a quien le pese, todas solemos actuar así.
3. Compartir sus conversaciones con tus amigas
En vez de sentirte avergonzada con tu comportamiento acerca este tema, lo único que sientes son los fuertes latidos del corazón, o las mariposas volando en el estómago. Enviar el contenido de los mensajes que recibes del querido tuyo, es relativamente normal y aceptable por los demás. Las locuras de este tipo, las cometen casi todos los enamorados porque sienten una necesidad de compartir su felicidad con todo el mundo.
4. Sentir enfado y celos aunque no sea tu novio
Es curioso, pero la existencia común de dicha conducta está comprobada científicamente. Cuando un hombre que te gusta habla con otra mujer, tú ya no eres la misma persona. Te conviertes en un monstruo de los celos (a veces esto ocurre en cuestión de segundos) y lo peor de todo es que simplemente no puedes evitarlo.
5. Imposible dejar de mirar a sus ojos
En el momento que un hombre te empieza a gustar más, eres incapaz de evitar mirarle a los ojos. Por si fuera poco, en el mismo instante te mueres por que él también te mire profundamente. Es cierto: nuestros ojos a veces dicen más que la boca. Además, según los investigadores, el intercambio de miradas tiene un curioso poder de crear la intimidad y profundizar la relación entre dos personas.
6. Hablar de él como si fuera tu novio aunque todavía no lo sea
Dínos la verdad: a ti también te pasa. Cada vez que charlas sobre él con alguien, te refieres a él con las palabras “mi novio”, a pesar de que todavía no sois pareja, y en realidad no es tu novio formal. Lo haces simplemente porque te gusta cómo suena esta expresión y, además, sabes que tus sueños pronto pueden hacerse realidad.
7. Imaginar que ya eres su novia aunque no sea así
Una cosa más, igual de graciosa y típica de las mujeres enamoradas, es que antes de que te vayas a dormir, siempre te imaginas cómo sería ser su novia. Los pensamientos de este tipo a veces empiezan a molestarte mucho, porque te resulta difícil controlarlos. No obstante, es muy común que cuando a una mujer le encanta un hombre, no encuentra una buena manera de sacárselo de la mente.
8. Antes de responder a un mensaje suyo lo hace esperar
Esta es, quizás, la actuación más infantil e inmadura que podría existir, hablando de la gente enamorada. Sin embargo, a la vez es una parte crucial del todo el coqueteo. Para las mujeres es muy significante que el hombre no se dé cuenta de que una admiradora suya espera en todo instante que se ponga en contacto con ella.
9. Mandar mensajes “por error”
¡Pues claro! Seguramente, no existe ninguna mujer enamorada que no haya hecho esto. Tú misma te das cuenta de lo ridículo y cursi que es mandarle los mensajes supuestamente “por error” al hombre de tus sueños. No obstante, una vez que el amor se apodera de ti totalmente, no te deja controlar estas ganas de buscar cualquier oportunidad para hablar con él.
10. Risa nerviosa
Al principio, el chico que te gusta, puede intimidarte de diferentes formas. Entonces, estando en su compañía puedes ponerte roja, pueden sudarte las manos y lo más gracioso y extraño, es que te puedes empezar a reír de los nervios, como una loca. Todo esto surge porque se te sale la cadena al pensar que en cualquier momento él puede preguntarte si quieres ser su novia.
paraloscuriosos
0 comentarios:
Publicar un comentario