En 2011 se observaron varios videos sobre un arriesgado experimento, que ha dañado más de un microondas. Las personas colocaban una o dos uvas partidas pero sostenidas por la piel, al encender el electrodoméstico comenzaba una curiosa explosión de plasma. Ahora, un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, al parecer encontró qué es lo que ocurre para que este “truco de magia” ocurra.
Anteriormente se tenía la hipótesis de que el trozo de piel que las sostenía funcionaba como conductor de electrones para crear plasma.
Para podernos explicar el por qué de esta reacción, un grupo tres físicos de las universidades Trent y Concordia en Canadá, utilizaron un microondas reajustado que les permitió tomar imágenes térmicas al momento de meter las uvas al microondas. Además, con la ayuda de simulaciones por computadora descubrieron que las uvas estaban atrapando la energía (microondas) que genera el electrodoméstico en su interior, lo que las llevó a sobrecalentarse.
El equipo utilizó las imágenes térmicas y observaron que la energía se concentraba en los puntos calientes de su centro. Esto sugiere que las micro ondas estaban atrapadas dentro de una “cavidad” en la propia uva. También se comprobó que dos uvas enteras pueden producir plasma al calentarse si se colocan los suficientemente cerca ––menos de 3 mm ––.
El plasma, no solo es el cuarto estado de la materia, también es una especie de gas ionizado que se produce a altas temperaturas cuando los átomos se calientan hasta el punto en que liberan sus electrones. Esta sustancia se encuentra en grandes cantidades en el Universo, por ejemplo, en el Sol o en la parte superior de una flama.
Crédito: Hamza Khattak
Por su parte, Aaron Slepkov de la la Universidad de Trent en Ontario, Canadá, explicó:
“AL COLOCAR LAS DOS PARTES, UNA AL LADO DE LA OTRA, LA ENERGÍA SE CONCENTRA EN UN PUNTO MUY PEQUEÑO, LO CUAL ES SUFICIENTE PARA IONIZAR EL SODIO Y EL POTASIO DENTRO DE LAS UVAS Y ENCENDER EL PLASMA LIBERANDO LOS ELECTRONES DEL GAS IONIZADO”.
“Muchos microondas se dañaron durante los experimentos”, comentó al portal Ars Technica Hamza Khattak, de la Universidad de Trent, coautor del estudio. “En un momento dado, tuvimos un cementerio de microondas en el laboratorio antes de deshacernos de las muchas iteraciones iniciales en desechos electrónicos”.
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