Sándwich de piel de plátano, lo último en cocina vegana

El desarrollo de la cocina vegana nos ha dejado múltiples aplicaciones de frutas, verduras o legumbre en platos hechos a propósito para recordar a sus equivalentes de cocina cárnica tradicional. En estas últimas semanas una receta de sándwich de pulled pork hecho con pieles de plátano realizado por Melissa Copelan, también conocida como The Stingy Vegan, ha llamado la atención de miles sobre un gran tabú: las pieles de las frutas también se pueden comer?

Si buscas en Internet, verás que no solo te puedes comer la manzana o la pera con piel, sino que la cáscara del pepino, el aguacate o la naranja, sí, la naranja, se pueden ingerir bien limpias y con la preparación adecuada. Contienen vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Su consumo puede aliviar problemas digestivos, ayudar a perder peso, a dormir mejor o reducir los niveles de azúcar en sangre. Lo que no pensábamos es que en concreto, la cáscara del plátano, de la banana pudiera estar en esta lista.

Según Melissa Copelan, ella no ha sido la primera en probar a “hacer carne” con peladuras de plátano. La cocina venezolana las ha empleado durante años en recetas de “carne mechada”, y la conocida Chef brasileña Jana Pinheiro ya colgó hace un año esta curiosa receta de “pulled pork”. El secreto consiste en pelar la cáscara con un tenedor y cocinarla máximo 5 minutos. Algunas recetas la mezclan directamente con soja, mezcla de especias o bien con cebolla y tomate. “No te preocupes, no sabe a banana. El truco es elegir piezas que no estén muy maduras con una piel limpia y firme”, afirma.

En el caso de la influencer, su apuesta es marinar la piel pelada con una mezcla específica de especias pensadas para el “pulled pork”, saltearla y luego aliñarla con salsa barbacoa vegana. Después lo introduce en un pan de hamburguesa con su ensalada de col vegana favorita. 
El vídeo de la receta se ha hecho viral en redes y ya hay influencers que han mostrado los nuevos usos que pueden tener las cáscaras de plátano: desde albóndigas hasta falso bacon. El límite es la imaginación, parece.

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