Un revestimiento decorativo: es este el secreto del óptimo estado de conservación de las armas de bronce del Ejército de terracota, es decir de las miles de estatuas de soldados que custodian el mausoleo dedicado al primer emperador chino, Qin Shi Huang, que vivió entre los años 259 y 210 a.C.
Desenterradas en 1974 durante una excavación realizada en el mausoleo ubicado cerca de la ciudad de Xi’an, las estatuas de terracota fueron descubiertas junto con armaduras y armas. El hallazgo representa uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XX.
Durante décadas, las piezas de bronce constituyeron un enigma para los expertos, por el magnífico estado de conservación de los guerreros. Su superficie se había mantenido reluciente, las hojas seguían afiladas y las alabardas aún se veían espléndidas, pese a haber estado sepultadas durante más de 2.000 años.
Los científicos consideraron que la conservación de las armas quizás se debiera a una antigua técnica utilizada para combatir la oxidación. Sin embargo, la respuesta a este enigma ha sido dada por un grupo internacional guiado por Marcos Martinón-Torres, de la Universidad de Cambridge. El estudio fue publicado en la revista “Scientific Reports” en la edición del 4 de abril pasado.
Según los expertos, el secreto del color de las armas de bronce estaría en un metal cromado particular, que se utilizaba antes del revestimiento con el que se decoraban estatuas y elementos hechos en bambú y madera como ser empuñaduras, aljabas y las vainas de las armas. Con el paso del tiempo, el cromo en cuestión, por una contaminación puramente casual, habría terminado sobre las armas, preservándolas del deterioro y permitiendo que lleguen intactas hasta nuestros días.
AsiaNews/Agencias
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