Imagina que fueras capaz de recordar exactamente la ropa que llevabas puesta un día como hoy pero hace cinco años atrás. O que pudieras recordar si llovía o hacía sol. O las noticias que pasaban por la televisión. O incluso todas estas cosas a la vez y con milimétrico detalle, como si acabaras de vivirlas.
Aunque parezca complicado, esta capacidad existe y se llama -haciendo una traducción literal- Memoria Autobiográfica Altamente Superior (HSAM, Highly Superior Autobiographical Memory, en inglés). Solamente 60 personas en el mundo tienen este ‘don’ que, para algunos de ellos, no es más que una condena.
Esta condición genera registros profundamente precisos de eventos del pasado relacionados con las experiencias vividas. Las mismas pueden haber sido experimentadas propiamente por las personas que poseen esta cualidad o bien desde algo que hayan leído, observado o escuchado de otras fuentes de información.
El experto en memoria James McGaugh, neurobiólogo de la Universidad de California fue el encargado de estudiarlo y darle nombre a esta capacidad a petición de Jill Price, una mujer que contactó con McGaugh porque no podía soportar que la invadieran tantos recuerdos de su vida de forma tan constante.
McGaugh estuvo seis años trabajando con ella y, además de titular este síndrome tan distinguido, publicó un estudio en el que lo explica.
Price, por su parte, publicó un libro autobiográfico llamado La mujer que no puede olvidar en el que explica: “Es imparable y agotador. Los recuerdos aparecen, llenan mi mente, no puedo controlarlos. A veces me acuerdo de algo que dijo alguien hace 20 años y que en la actualidad no comparten ni recuerdan. A veces no me creen. Las relaciones se vuelven extrañas”.
Después de hacer público el estudio, mujeres y hombres se pusieron en contacto con McGaugh para dar a conocer que ellos también poseían esta capacidad.
Para confirmarlo, el neurobiólogo evaluó a los potenciales candidatos con un cuestionario de eventos públicos ocurridos en las últimas décadas: competencias deportivas, elecciones, entregas de premios...
Los candidatos especificaban fecha y día de la semana en que estos eventos ocurrieron. Los que alcanzaban más del 60% de este test eran luego interrogados sobre experiencias más personales.
Las personas con HSAM viven el recuerdo con total nitidez, experimentan la carga emocional específica que tuviera dicho recuerdo”
Para identificar el origen de esta condición, el equipo de la Universidad de California realiza un número de resonancias magnéticas estructurales, además de análisis genéticos. Hasta ahora, han conseguido observar que algunas zonas del cerebro de los pacientes con HSAM son más grandes e incluso se activan antes que las de un individuo con memoria normal.
Han encontrado relación con el cerebro de las personas que sufren conductas obsesivo-compulsivas. Giuliana Mazzoni, experta en memoria de la Universidad de Hull en Reino Unido explica que “cuando una persona normal recuerda, lo hace de forma difusa. Los sujetos con HSAM viven el recuerdo con total nitidez, experimentan lo bueno y lo malo, con la carga emocional específica que tuviera dicho recuerdo”.
lavanguardia
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