El 2 de Octubre de 1992, en la “Casa de Detenção de São Paulo”, se producía la mayor violación de los derechos humanos de la historia del Brasil, ese día morían asesinados 111 reclusos en la “Masacre de Carandirú”.
Ese día estalló un motín en el pabellón 6 de la Prisión de Carandirú, en pocas horas se generalizó a todo el penal, las autoridades del servicio penitenciario perdieron el control y se retiraron, dejando a los presos menos peligrosos en manos de verdaderos criminales. La Policía Militar, al mando del Coronel Ubiratan Guimarães, decidió ingresar al complejo, sin previa negociación, les tomó varias horas retomar el control del penal, el saldo, 111 reclusos muertos y ningún oficial herido. La investigación determinó que solo 9 reclusos habían muerto por disputas entre ellos con facas, los otros 102 habían sido fusilados, por lo que estalló un escándalo internacional que incluyó denuncias de organismos internacionales de derechos humanos.
Guimarães fue llevado a juicio, en 2001 fue condenado a 632 años de prisión, pero durante el proceso de apelación se presentó a elecciones donde fue elegido diputado estatal de São Paulo obteniendo fueros parlamentarios. Pese a ello el juicio siguió, en 2006 una junta formada especialmente para resolver el hecho liberó a Guimarães por haber un margen de duda sobre su argumento que seguía órdenes. El hecho produjo 3 consecuencias directas, el primero fue la formación del “Primer Comando Capital” (PCC), formado por presos que luchaban contra el abuso penitenciario, el segundo fue el asesinato del Coronel Guimarães en 2006 y el tercero fue la demolición de la cárcel de Carandirú.
Efemérides históricas
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