Si entramos a Instagram y escribimos “belleza” en el buscador, qué imágenes aparecerían? Complejos tutoriales de maquillaje que utilizan los productos y las técnicas de moda, estamos es la era del maquillaje.
En cada momento histórico se establecen distintos estándares de belleza para hombres y mujeres, estos posicionan imágenes de cómo debe lucir un cuerpo, un rostro y una cabellera para ser considerados atractivos. La presión que se ejerce sobre cada individuo (sobre todo hacia las mujeres) para adaptarse a ese molde los puede llevar a procedimientos extremos.
Las intervenciones quirúrgicas para transformar nuestra imagen se han popularizado a lo largo de los años. Someterse a una cirugía que no tiene nada que ver con el cuidado de la salud puede sonar como una locura; sin embargo, en mayor o menor medida cada procedimiento al que nos sometemos con fines estéticos resulta muy extraño si se analiza detenidamente: utilizar químicos e instrumentos calientes para darle forma al cabello o para evitar que se noten las canas; pasar navajas por el rostro constantemente para evitar que el vello crezca y después utilizar lociones astringentes sobre la piel; usar zapatos de tacón y ropa incómoda; hacer cortes en la ceja para después llenarlos de tinta en la novedosa técnica de microblading; consumir proteínas y esteroides que aceleran el aumento de la masa muscular. En fin, parece que siempre tratamos de ir en contra de lo que nuestro cuerpo hace de forma natural con el objetivo de lucir como dicta la tendencia del momento.
No es novedad que la gente recurra a este tipo de procedimientos, siglos atrás las más grandes civilizaciones de la Historia también tenían cánones particulares de belleza, que iban desde lo más común, como el uso de maquillaje, hasta la deformación del cuerpo. En Egipto se utilizaban pelucas y tocados pesado como ornamenta; China consideraba que los “pies de loto” —técnica de vendado para evitar que los pies crecieran— eran la norma de lo atractivo; el ohaguro en Japón consistía en teñirse los dientes de negro como símbolo de estatus social y belleza. A pesar de que estos procesos nos pueden sonar absurdos y extremos, la verdad es que no están tan alejados de lo que muchas personas hacen diariamente en la sociedad moderna.
En el México precolombino existió una civilización cuyas prácticas estéticas parecen excesivas: la cultura Maya. Esta cultura floreció en la península del sureste de México y parte de Centroamérica, las primeras ciudades mayas se erigieron alrededor del año 750 antes de Nuestra Era.
Los mayas constituían una sociedad politeísta y estratificada, la imagen que proyectaba cada individuo comunicaba cuál era su posición dentro de esta sociedad; además de que los rituales religiosos también dictaban ciertos cánones de belleza.
Los cinco elementos que eran considerados atractivos en la cultura Maya:
1. Escarificación
La escarificación consiste en cortar y retirar pequeñas partes de la piel para que al cicatrizar quede una costra permanente y oscura. Los diseños normalmente se realizaban en el rostro y los hombros, y se utilizaban cuchillos de obsidiana calientes para el procedimiento. Las escaras no son exclusivas de la cultura maya, aún en la actualidad algunas tribus en Etiopía realizan este tipo de marcas para decorar su cuerpo.
2. Cabello y tocado
Hombres y mujeres acostumbraban dejarse el cabello largo y decorarlo. Particularmente, los hombres se amarraban el cabello en lo alto de la cabeza y lo adornaban con conchas, plumas, huesos y piedras. Los miembros de la clase alta utilizaban tocados (turbantes, sombreros o penachos) muy elaborados y pesados, algunos tenían plumas de quetzal y tenían la forma de animales como la serpiente o el jaguar, ambos símbolos religiosos de la cultura. Las mujeres, por otro lado, acostumbraban trenzarlo y quemar o afeitar el cabello cercano a la frente para mantenerla descubierta y seguir el patrón geométrico de la cabeza.
3. Joyería
Otra característica de la imagen atractiva en hombres y mujeres era el uso de narigueras, orejeras y besotes, que eran joyería hecha de arcilla, huesos o jade colocado en perforaciones de la piel del lóbulo, debajo de los labios y en el la nariz. Además, los mayas limaban y perforaban los dientes para incrustar en ellos piedras preciosas.
4. Estrabismo
El estrabismo se convirtió en un sorprendente canon de belleza. Desde muy temprana edad a los niños se les ponían bolitas de resina que ataban a su cabello y caían sobre los ojos; esto obligaba a los niños a torcer los ojos hasta que se volvieran bizcos.
5. Deformación craneal
Otro de los cánones de belleza comunes entre los mayas era la deformación del cráneo. Durante mucho tiempo se pensó que la deformación era consecuencia del uso de grandes tocados; sin embargo, posteriormente se descubrió que la deformación se realizaba intencionalmente desde el nacimiento. Para lograrla se utilizaban dos tablas sobre la frente y la nuca unidas por varillas, el proceso podía durar entre unos cuantos meses y varios años. El cráneo del infante se alargaba durante el proceso natural del endurecimiento del cráneo hasta que la deformación se volvía permanente.
cultura inquieta
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