La organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) ha iniciado una campaña para hacer evidente la violencia simbólica contra las mujeres que, lejos de ser inofensiva o sutil, alimenta otras violencias como las físicas, psicológicas y económicas.
Alguna vez ha escuchado expresiones como “calladita se ve más bonita” “cada niño viene con un pan debajo del brazo” o “los hijos son de la mamá”?.
Estas frases hacen parte de la violencia simbólica, un tipo de agresión que al ser sutil y poco perceptible es difícil de detectar, pero además es la base de otros tipos de violencia como la psicológica, económica y física, porque perpetúa imaginarios culturales y creencias que se traducen en distintas realidades que afectan a las mujeres.
Estos hechos evidencian una correlación directa con los imaginarios, desde los que se impone a la mujer, de forma “pasiva”, el silencio y la responsabilidad económica y del cuidado sobre los hijos, al tiempo que se vulneran sus derechos sexuales y reproductivos. Se trata de expresiones que se han “normalizado” y que se convirtieron en los elementos de base para dar continuidad a otro tipo de violencias.
"Lo complejo de la violencia simbólica es que está naturalizada debido a las humillaciones y la subvaloración a las que hemos estado sometidas, históricamente, por el hecho de ser mujeres. El riesgo de este tipo de violencia, como es invisible y difícil de detectar, es que sume a la mujer en un estado de fragilidad que la hace más vulnerable a otro tipo de ataques", aseguró Sandra Mazo, politóloga y lingüista, coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir.
Estas violencias simbólicas se refuerzan desde instituciones como la Escuela, la Familia y la Iglesia con imaginarios que confinan a la mujer sólo a su labor reproductiva, negándoles la oportunidad de pensar en la libre opción de la maternidad. Según la Iglesia, “la maternidad es una obligación y no una opción, lo que desconoce la autonomía reproductiva de las mujeres”, resalta Mazo.
No obstante, hay otras expresiones de la Iglesia Católica que se construyen desde la comunidad y conciben a un Dios amoroso y no excluyente, desde donde se reivindica la autonomía de las mujeres. En este contexto, Católicas por el Derecho a Decidir lleva 17 años tirando abajo los juicios que agreden simbólicamente a las mujeres. Entre sus acciones buscan transformar desde adentro la imagen machista de la Iglesia y darles a las mujeres el lugar que merecen y en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ofrece un Decálogo de alerta, para que las mujeres identifiquen algunas expresiones cotidianas que constituyen lo que se denomina violencia simbólica.
Decálogo de alerta ante expresiones de violencia simbólica
Si has escuchado alguna de estas 10 frases, pon atención, porque detrás de ellas se esconden expresiones de violencia simbólica que, por ser cotidianas en nuestra sociedad, parecen normales e inofensivas, pero lo cierto es que atentan a diario contra la dignidad, libertad y autonomía de la mujer.
1. Calladita se ve más bonita. Detrás de esta frase se justifica la discriminación contra la mujer.
2. Los hijos son de la mamá. Es una expresión que justifica que el cuidado sólo sea por parte de las madres.
3. Cada niño tiene el pan debajo del brazo. Es del tipo de frases que minimizan la responsabilidad de reproducirse.
4. Mujer que no jode es hombre. A través de este dicho se fomentan relaciones violentas y de control.
5. Mujer sin hijos, jardín sin flores. Este discurso impone a las mujeres la maternidad como su única finalidad.
6. A la mujer bailar, al burro rebuznar, el diablo no les debió enseñar. Esta frase niega el goce del cuerpo de las mujeres.
7. Si sabe cocinar, ya se puede casar. Es el tipo de discurso que busca afianzar estereotipos que discriminan a las mujeres.
8. Ollas destapadas, mujer descarada. Es un dicho que justifica que, si una mujer no es buena en las labores del hogar, no vale la pena.
9. La mujer casta a Dios le basta. Este discurso refuerza un imaginario erróneo de que la castidad y la contemplación son lo más importante para una mujer creyente.
10. La sexualidad solo es para la reproducción. Es una expresión que niega la sexualidad y el placer de las mujeres.
Protocolo de autodefensa para mujeres, contra la violencia simbólica
Desde Católicas por el Derecho a Decidir, se realizan procesos de formación para visibilizar la violencia simbólica y generar cambios culturales, mostrando que no es natural, ni normal la subvaloración a las mujeres y buscando su reafirmación y empoderamiento. Desde estos procesos recomendamos que si una mujer siente que está siendo sometida a violencia simbólica debe hacer lo siguiente:
1. No quedarse callada. Evidenciar y expresar su molestia.
2. No normalizar, ni naturalizar, ni aceptar expresiones y manifestaciones que la ponen en un lugar de inferioridad por el hecho de ser mujer.
3. No prestarse, ni venderse como un objeto (de deseo o de mercancía).
4. Sentirse orgullosa de ser mujer.
5. Quererse, cuidarse, valorarse.
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