“Ser consumidor, por definición, nos incluye a todos. Somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas... Pero es el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados”. Hace 56 años un 15 de marzo, el ex senador de Massachusetts y recién elegido presidente de los Estados Unidos que nunca llegaría hasta el final de su mandato, John F. Kennedy, pronunciaba aquellas palabras ante el Congreso americano. Por primera vez en la historia, un hombre político, más concretamente el 35º presidente de los EE.UU, estableció los derechos fundamentales del Consumidor que siguen vigentes hoy...
Gracias a JFK, en 1962, y a la ONU, desde 1983 -año en el que se instituyó el Día Mundial de los Derechos del Consumidor-, todos los países firmantes (y no son pocos) adoptaron, en 1985, la siguiente Declaración de derechos y de protección de los mismos, que merece la pena recordar en estos tiempos:
1. Derecho a la satisfacción de necesidades básicas: tener acceso a bienes y servicios básicos esenciales; adecuados alimentos, ropa, vivienda, atención de salud, educación, servicios públicos, agua y saneamiento.
2. Derecho a la seguridad: ser protegido contra productos, procesos de producción y servicios peligrosos para la salud o la vida.
3. Derecho a ser informado: acceder a los datos necesarios para poder hacer elecciones informadas y ser protegido contra publicidad y etiquetados deshonestos o engañosos.
4. Derecho a elegir: poder elegir entre un rango de productos y servicios, ofrecidos a precios competitivos con la garantía de seguridad y buena calidad.
5. Derecho a ser escuchado: los intereses de los consumidores deben estar representados en la aplicación de políticas gubernamentales y en el desarrollo de productos y servicios.
6. Derecho a la reparación: recibir resoluciones justas por demandas justas, incluyendo la compensación por bienes mal hechos o servicios insatisfactorios.
7. Derecho a la educación como consumidores: adquirir conocimientos y habilidades necesarias para estar informados y hacer elecciones apropiadas sobre bienes y servicios y, al mismo tiempo, ser conscientes de los derechos y responsabilidades básicas de los consumidores y saber cómo hacerlos efectivos.
8. Derecho a un ambiente saludable: vivir y trabajar en un ambiente que no amenace el bienestar de las generaciones presentes ni futuras.
Desgraciadamente esta declaración de principios muy loables -que curiosamente ya no aparece en ningún apartado de la web de la ONU ni tampoco dicho Día Mundial, internacional o Universal.
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