El origen de los animagos de Harry Potter

Los skin-walkers navajos, los precursores de los animagos de J.K. Rowling

J.K. Rowling es una escritora con una vasta cultura y muchos de los nombres, personajes y situaciones que leemos en sus libros están basados en la cultura clásica o tienen referentes en mitos antiguos. 
Si has leído las novelas o visto las películas de Harry Potter sabes perfectamente lo que es un animago. Se trata de un mago o una bruja que tienen la especial capacidad de convertirse en un animal sin perder el razonamiento y el pensamiento humano, aunque cuando se han transformado no pueden hacer uso de la palabra.

Para ser un animago es necesario entrenar duramente ya que no se trata de una capacidad innata. El padre de Harry y sus amigos consiguieron esta habilidad y la Profesora Minerva McGonagall es una experta animaga e imparte clases de Transformaciones.

Los navajos, pueblo nativo de Norteamérica, cuentan entre sus figuras legendarias con una que se conoce como  yee naaldlooshii que traducido sería “por medio de él, va a cuatro patas” y los ingleses adaptaron como “skin-walker”, en español un “andador de piel”. Es un brujo o bruja que tiene la habilidad de convertirse en un animal. Sin embargo, a diferencia del animago, cuyas intenciones pueden ser positivas o negativas, en el caso de los skin-walkers navajos siempre es con la intención de hacer daño. Los brujos que realizan este acto mágico, en el que creen firmemente los navajos, suelen utilizarlo para hacer viajes en secreto o para causar daño a personas inocentes. Para ellos es algo terrorífico, pues su intención es siempre aviesa.

Las brujas y brujos conocidos como skin-walkers son lo opuesto a los curanderos que son personas medicinales que realizan buenas acciones, utilizando la magia en beneficio de la comunidad. Sin embargo, en ocasiones algún curandero/a puede corromperse y elegir seguir el camino de la brujería. Cuando se convierten en animales, suelen escoger los que se asocian con el engaño, como los coyotes, o con la muerte y los malos augurios. En ocasiones no se transforman en animales, sino que poseen el cuerpo de un animal e incluso de una persona viva con tan solo mirarlos a los ojos. Entre los navajos existen numerosas leyendas que explican encuentros con skin-walkers en los que finalmente el protagonista sale vencedor al aproximarse a un hogan, la construcción típica navaja que es en muchas ocasiones un recinto sagrado, que hace que el malvado “animago” salga huyendo.


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