Dos desamores, quince sapos, siete parejas sexuales y tres relaciones serias son las experiencias en promedio por las que pasan las mujeres antes de hallar a su pareja ideal, según un estudio realizado en el Reino Unido.
Encontrar al compañero de vida perfecto no es tarea fácil. Ya lo dice el refrán “el lobo y la oveja nunca hacen pareja”. Tanto es así que según revela un estudio elaborado en el Reino Unido y del que se ha hecho eco el diario británico The Telegraph, una mujer besa 15 sapos en promedio y le romperán dos veces el corazón antes de encontrar a su “príncipe azul” (o uno que se le parezca mucho).
La investigación, realizada sobre una muestra de 2.000 hombres y mujeres, puso de manifiesto que estas últimas se embarcan en al menos tres relaciones -dos de las cuales tienen una duración en el tiempo de más de un año- , antes de conocer a la persona con la que compartir su vida. Por si no fuese suficiente, los datos también develaron que antes de que esto suceda, la gran mayoría pasa por siete parejas sexuales, más o menos habituales; mantiene sexo esporádico en cuatro ocasiones –el mismo número de veces que acudirá a una cita amorosa de esas para olvidar, por cierto- y será rechazada o plantada una vez en la vida en una cita.
En cuanto a los hombres, a lo largo de su vida amorosa y antes de asentarse, tienen una decena de parejas sexuales, dos relaciones sentimentales de más de un año de duración de las cuatro serias en las que estadísticamente se involucran y otros tantos plantones. También sufren el desamor en dos ocasiones antes de encontrar a la mujer perfecta para ellos y tienen sexo de una noche en seis ocasiones.
En lo que sí coinciden hombres y mujeres, según los datos recabados por los investigadores, es que antes de encontrar al compañero ideal, la mayoría se embarca en una relación a distancia, por un lado, y es infiel por lo menos una vez en la vida; por otro, el mismo número de veces que sufren la infidelidad en carne propia de parte de otra persona.
La búsqueda del compañero adecuado con el que compartir la vida es una labor ardua que desgasta y mina a cualquiera, como reconocieron el 59% de los encuestados. Tanto es así que seis de cada diez entrevistados indicó que en algún momento del camino se planteó renunciar a la posibilidad de encontrar a su pareja ideal. Del mismo modo, el 80% aseguró que su persona especial llegó en el momento más inesperado, mientras que el 25% confesó, una vez encontrada, que esta no reunía las cualidades que había imaginado poseería su futura pareja perfecta.
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