Al igual que las cejas, las pestañas son indispensables para la belleza de nuestra mirada. Cuando son largas, se consigue una mirada felina, pero cuando son finas y frágiles, la mirada pierde su esplendor.
Como en el caso del pelo, el ciclo de vida de las pestañas pasa por tres etapas: “La fase de crecimiento, que dura unos 30-45 días. Tras la fase catágena, viene una fase de transición de 2 a 3 semanas durante la que el folículo disminuye de volumen y, por último, la fase telógena o fase de caída del pelo y de descanso del folículo. Esta fase puede durar hasta 3 semanas”.
Aunque la vida media de una pestaña es de 3 meses, puede variar ligeramente de una persona a otra o en función del momento de la vida. “La vida de un pelo y su crecimiento varían en función de la fisiología de la persona, su edad, sus costumbres y su estado de salud”.
Mis pestañas son frágiles, por qué?
Diferentes factores y/o hábitos pueden debilitar las pestañas y su crecimiento. Algunas causas pueden ser internas, como “un mal estado de salud general; un cansancio intenso, especialmente después de dar a luz; un choque nervioso; problemas orgánicos o endocrinos; fiebre muy elevada; toma de determinados medicamentos; o diversos tratamientos médicos, especialmente la quimioterapia”.
En el día a día, algunos hábitos también pueden afectar a la belleza de las pestañas, como el uso diario de máscara de pestañas o máscaras de mala calidad; “el tinte de pestañas de forma repetida; el uso de extensiones y pestañas postizas de forma repetida o mal puestas; no desmaquillarse correctamente o usar un desmaquillante demasiado agresivo”, indica la experta.
Soluciones para unas pestañas bonitas, de la más sencilla a la más radical
La aplicación de aceite de ricino o vaselina en las pestañas a menudo es el truco natural de “crecimiento de pestañas” de las estrellas adeptas al impulso ecológico. Bastaría con ponerse una pequeña dosis cada noche después de desmaquillarse en la raíz de las pestañas para conseguir unas pestañas más largas y bellas.
Las máscaras que dan volumen y un efecto de pestaña postiza permiten densificar las pestañas y les aportan volumen y largura. Sin embargo, cuando las pestañas son finas o están secas, para no debilitarlas más, puede optarse por máscaras de pestañas suaves y respetuosas, a ser posible enriquecidas con agentes hidratantes.
Las pestañas postizas también pueden ser una solución para dar cuerpo a un sector de las pestañas pobre y/o corto. Pero hay que procurar no utilizarlas a diario ya que tienen tendencia a debilitar las pestañas. Por tanto, se trata de una opción puntual.
Numerosos productos permiten estimular el crecimiento de las pestañas. Estimulando los queratinocitos y aumentando la vida de las pestañas.” Estos tratamientos que contribuyen al crecimiento de las pestañas actúan sobre las fases anágena y catágena. “Pueden aportar los elementos nutritivos necesarios para estimular el crecimiento de nuevas pestañas, lo cual se traduce en un acortamiento de la fase telógena.”
Algunos activos pretenden estimular el bulbo piloso y asegurar un arraigo óptimo de la pestaña, con un toque profesional. Para unas pestañas más largas y más espesas, aplícate uno de estos tratamientos por la noche sobre las pestañas perfectamente desmaquilladas, durante 30 días. “Por último, además de su efecto en el crecimiento, los intensificadores, gracias a sus agentes hidratantes, hacen que las pestañas estén menos secas, más flexibles y menos frágiles”.
El transplante
En los casos más extremos, puede considerarse la posibilidad de un transplante. Un estudio publicado en abril de 2015* se centró en un transplante de pelos de la pierna a una zona de las pestañas. Los pelos extraídos en la pierna se reimplantaron en la zona ocular. El resultado parece natural y requiere pocos cuidados.
Qué hacer y qué no hacer para unas pestañas más fuertes
Un desmaquillaje preciso. No tirar de las pestañas ni frotarlas con algodón; realizar un gesto deslizante de arriba abajo tras haber dejado durante algunos segundos el algodón empapado de desmaquillante. Y desmaquillarse siempre antes de acostarse.
Eliminar inmediatamente los “grumos” de máscara cuando todavía estén húmedos, no esperar a que estén secos.
Cambiar de máscara cada 3-6 meses para evitar la proliferación de bacterias.
Al usar el rizador de pestañas, no tirar del párpado.
Por último, recordemos que las pestañas tienen una función protectora antes que estética. Su objetivo es proteger el ojo alejando el polvo. De ahí la importancia de conservar una buena franja de pestañas sanas.
doctissimo
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