1762: Pedro Cevallos, gobernador de Buenos Aires, reconquista de manos de los portugueses la colonia de Sacramento para España. El gobernador Fonseca debió rendirse tras el ataque español.
1839: Tiene lugar la Revolución del Sur en Dolores, Buenos Aires, contra el gobierno de Juan Manuel de Rosas, encabezada por Manuel Rico, Pedro Castelli, Matías, Francisco y Ezequiel Ramos Mexía, Marcelino Martínez Castro, Leonardo Domingo Gándara, Francisco B. Madero y Ambrosio Cráter, entre otros. Los revolucionarios serían vencidos el 7 de noviembre en la laguna de Chascomús por las tropas al mando del general Prudencio Ortiz de Rosas.
1840: Felipe Arana, ministro de Relaciones Exteriores, y el barón de Mackau, ministro de Marina francés, firman la convención Arana-Mackau, que puso fin al bloqueo francés impuesto en marzo de 1838. El gobierno de Buenos Aires se comprometió a indemnizar a los ciudadanos franceses, les otorgó los mismos derechos que a los ingleses y decretó una amnistía.
1945: Es derrocado el presidente brasilero Getulio Vargas.
1969: La Argentina funda en la Antártida la Base Aérea Vice Comodoro Marambio, la estación científica y militar de Argentina.
Día nacional del aceitero
Fue instituido en 1988 por la Federación de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera.
DÍA MUNDIAL DEL ATAQUE CEREBRAL
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), más comúnmente llamado Ataque Cerebral (en inglés Brain Stroke), patología que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),representa la 2ª causa de muerte y la 1ª causa de discapacidad en adultos a nivel global.
En la República Argentina, cada 4 minutos, una persona sufre un ACV, con consecuencias que van desde trastornos neurológicos severos –en muchos casos permanentes– hasta la muerte del paciente, en un gran porcentaje fulminante.
Si bien se desconocen las causas específicas de los ACV, las investigaciones y el estudio clínico de casos confirman que hay una serie de factores de riesgo que predisponen al organismo a sufrirlos:
- Factores que pueden tratarse, como la hipertensión arterial (HTA), las enfermedades cardiovasculares (como las alteraciones del ritmo cardíaco, la enfermedad arterial coronaria, la enfermedad valvular cardíaca), la ateroesclerosis, los ataques isquémicos transitorios (AIT), la apnea obstructiva del sueño (AOS).
- Factores que pueden provocar deterioro cerebrovascular, como el consumo excesivo de alcohol (alcoholismo), el abuso de drogas ilícitas, el hábito de fumar (tabaquismo), el sedentarismo y la inactividad física, la obesidad, la combinación de píldoras anticonceptivas con otros factores de riesgo, los hábitos de vida que aumentan el estrés.
- Factores que no pueden tratarse, como la edad (el riesgo aumenta con el paso de los años), el género, la pertinencia étnica, la herencia genética, los antecedentes propios previos, las enfermedades colaterales (como la diabetes, las enfermedades de las arterias carótidas).
Los avances en la medicina, en la tecnología médica y en la farmacología permiten que más pacientes puedan recuperarse luego de sufrir un ACV; pero el mejor tratamiento para el ACV es la prevención.
Si se controlan los factores de riesgo y se conocen los síntomas de alerta, las posibilidades de superar un ACV –e incluso de evitarlo– son notablemente mayores.
Fuente Fucac y efemérides históricas
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