La magia es uno de los principales frutos del ocultismo. Podemos decir lo mismo sobre la Hechicería y los Ritos Satánicos, a causa de la analogía que tienen entre sí.
El famoso exorcista Gabriele Amorth enumera, según su gravedad estas 3 formas de ocultismo en esta orden: la Magia Negra, Hechicería y los Ritos Satánicos, que tienen como su punto más alto las Misas Negras.
Estos tienen por características comunes hacer un maleficio para determinada persona o situación utilizando – sea mediante fórmulas mágicas, mediante rituales y por evocaciones al Demonio.
No hay diferencia, como ciertos brujos o hechiceros dicen, entre la Magia Blanca (que es la magia hecha sin intención de perjudicar a alguien, sino solo de obtener algún tipo de beneficio para uno mismo) y la Magia Negra (que es la magia hecha con la intención de perjudicar a alguien).
Todo y cualquier tipo de recurso dirigido al demonio es condenable, independientemente de lo que se quiera lograr por medio de él.
Todas estas prácticas, sean magia, hechicería, encantamientos, rituales, amarres etc. son en realidad maleficios.
Existen generalmente 3 motivos principales por los que las personas buscan utilizar estos recursos de la magia: el miedo, la curiosidad y el poder.
Es bueno desde el principio dejar muy claro que todo y cualquier tipo de magia, de ocultismo, es entrar en comunión con el demonio y con sus obras.
En general las personas que practican estos tipos de magia pretenden dominar estas fuerzas y controlarlas, cuando en realidad están sirviendo directamente al demonio y entregando muchas veces el cuerpo y el alma a estas fuerzas.
Las personas que buscan estos medios de la magia en su gran mayoría son personas que tienen grandes problemas familiares, problemas con el trabajo, problemas afectivos o de enfermedades.
Por tanto, hay que estar atentos y no dejar que nuestros amigos, parientes y personas queridas sean atrapados por esas trampas, especialmente no dejándolos solos en el momento de la aflicción.
aleteia
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