Sufrir 'mobbing' podría incrementar casi un 60% el riesgo de padecer un problema cardiovascular, según un nuevo estudio
Insomnio, ansiedad, estrés, depresión...
Estos son algunos de los síntomas que relatan quienes sufren acoso laboral, quienes van cada día a trabajar bajo los gritos, las humillaciones y el desprecio del jefe o los compañeros.
El también llamado 'mobbing' tiene un impacto sobre la salud, afecta al bienestar físico y mental de los afectados. Y su huella podría ser aún mayor de lo que se pensaba, según los resultados de una nueva investigación.
Sus datos muestran que podría incrementar de forma muy significativa el riesgo cardiovascular.
El corazón también se ve seriamente afectado por este tipo de maltrato, refleja este estudio publicado en la revista 'European Heart Journal', que realizó un seguimiento durante una media de 12 años a 79.201 individuos suecos y daneses que habían participado previamente en otras investigaciones.
Al inicio del estudio, ninguno de los participantes presentaba problemas de corazón.
Y cada uno de ellos tuvo que responder a un cuestionario sobre su situación laboral en el que se les preguntaba directamente si sufrían acoso o violencia en su lugar de trabajo y, si era el caso, con qué frecuencia padecían estos episodios.Usando registros oficiales, los investigadores, liderados por Tianwei Xu, de la Universidad de Copenhague, comprobaron cuántos de los participantes habían desarrollado algún tipo de problema de corazón en los años de seguimiento y qué relación guardaba ese hecho con respecto al acoso laboral.
Para eliminar de la ecuación posibles factores de confusión, también tuvieron en cuenta otros datos importantes, como el índice de masa corporal de los participantes, si eran o no fumadores, si consumían alcohol o si tenían un trabajo a turnos, entre otras cuestiones.Su análisis señaló que el riesgo cardiovascular se incrementaba en un 59% entre aquellos que habían manifestado vivir situaciones de acoso laboral y en un 25% entre los que informaron de algún episodio o amenaza de violencia.
El riesgo crecía aún más -hasta el 120%- en los miembros del estudio que habían señalado sufrir acoso prácticamente cada día.
Aunque el estudio es observacional y, por tanto, no permite establecer una relación de causa-efecto entre el acoso laboral y el riesgo cardiovascular, los investigadores subrayan que sus resultados son muy robustos y deberían tenerse en cuenta.
"El efecto del acoso laboral y la violencia sobre la incidencia de enfermedad cardiovascular en la población general es comparable a otros factores de riesgo, como la diabetes o el consumo de alcohol, lo que enfatiza la importancia de la prevención", ha señalado en un comunicado Xu, quien estima que "el 5% de los casos de enfermedad cardiovascular" podrían evitarse abordando el acoso y la violencia en el trabajo.
Según un estudio de la Asociación contra el Acoso Psicológico y Moral en el Trabajo de 2017, en España hasta un 15% de los trabajadores sufre algún tipo de 'mobbing' en su entorno laboral.
Xu adelanta que el siguiente paso en la investigación será dilucidar qué mecanismos están implicados en la asociación hallada. Su hipótesis es que, por un lado, el estrés que genera el acoso provoca alteraciones en la tensión arterial que pueden dañar los vasos y el corazón.
Pero, además, creen que esa ansiedad puede conducir a hábitos de vida poco saludables.Coincide con ese punto de vista Alfonso Valle, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología: "Cuando uno está estresado o tiene altos niveles de ansiedad es más probable que coma mal, sea más sedentario, recurra al tabaco u otros tóxicos", explica.
De cualquier forma, tanto este especialista como los propios autores de la investigación recuerdan que las conclusiones del trabajo deben confirmarse por nuevos estudios que, entre otros aspectos, mejoren algunas de las limitaciones del estudio, como el hecho de que los participantes sólo informaran en una ocasión, y mediante autocuestionario, sobre su situación laboral.
Cada vez hay más evidencias de que distintos factores psicosociales ejercen una influencia considerable sobre la salud cardiovascular.
Lo que pasa a nuestro alrededor y la forma que tenemos de percibirlo y vivirlo impacta directamente en el funcionamiento de nuestro corazón, tal y como han demostrado en los últimos años distintas investigaciones.
Por ejemplo, varios trabajos han puesto de manifiesto que los periodos de recesión económica no sólo afectan a la calidad de vida, los planes de futuro y la estabilidad de la ciudadanía, sino que también dañan al motor del organismo. Así, en 2008, una investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) publicado en la revista 'Globalization and Health' concluyó, tras analizar las crisis bancarias producidas entre 1960 y 2002, que este tipo de sucesos aumenta el número de fallecimientos por infarto en un 6,4% en los países ricos. En las naciones empobrecidas, este impacto aún es mayor. Los investigadores calcularon que si Reino Unido experimentaba una crisis bancaria global se producirían entre 1.200 y 5.000 muertes más por infartos en el país.
elmundo.es
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