Parece ser que el conocimiento médico en la Edad Media quedó estancado. Si bien los antiguos romanos, griegos y egipcios, habían impulsado los conocimientos médicos, después de la desaparición de estas civilizaciones, este se detuvo y no se desarrolló al mismo ritmo hasta los siglos XVII XVIII.
Pero antes, en el siglo XIV, los debates públicos se avivaron sobre asuntos médicos y se sabe que algunas escuelas de medicina comenzaron a desacreditar las ideas de Galeno y de Hipócrates, ya que la medicina estaba relacionada con la superstición y la Iglesia Católica Romana no se andaba con chiquitas.
Cualquier punto de vista diferente del establecido por la Iglesia Católica podía desembocar en herejía con los castigos que conllevaba. Por lo tanto, cuando la Iglesia declaró que las enfermedades eran castigos de Dios venía a decir que los enfermos eran pecadores. Nadie sabía lo que realmente causaba las dolencias. Sin embargo, se hicieron algunos progresos en ciertas áreas. La primera descripción auténtica de los síntomas de la viruela fueron escritos por Rhazes que vivió del 860 a 932 AC.
La orina se usaba también para ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades. El color de la misma, combinado con una tabla de los planetas, les daba a los médicos información suficiente para diagnosticar una enfermedad. Una vez que esta había sido diagnosticada, se decidía un tratamiento.
Dejar que la sangre saliera del cuerpo era un tratamiento popular para muchas enfermedades, ya que la gran mayoría eran causadas por un exceso de sangre en el organismo. Cuando se requería una gran cantidad de sangre, se cortaba la vena apropiada. Si se necesitaba sólo una pequeña cantidad, se utilizaba una sanguijuela. El diagnóstico también fue influenciado por la astrología.
Los médicos postulaban que las personas nacidas bajo un signo zodiacal determinado debían evitar lo siguiente:
Aries: Evitar incisiones en la cabeza y la cara y no cortar la vena que va a la cabeza.
Tauro: Evitar incisiones en el cuello y la garganta y no cortar las venas.
Géminis: Evitar incisiones en los hombros, los brazos o las manos y no cortar la venas.
Cáncer : Evitar incisiones en el pecho, los costados, el estómago y los pulmones y no cortar la venas que van al bazo.
Leo: Evitar las incisiones de los nervios, las lesiones de los huesos, y no cortar la espalda, ya sea por la apertura y el sangrado.
Virgo: Evitar la apertura de una herida en el vientre y en las partes internas.
Libra: Evitar las heridas de apertura en el ombligo y partes de la barriga y no abrir una vena en la espalda o hacer ventosas.
Escorpio: Evitar cortar los testículos y el ano.
Sagitario : Evitar incisiones en los muslos y los dedos y no cortar manchas y tumores.
Capricornio: Evitar cortar las rodillas o las venas y nervios.
Acuario: Evitar cortar las rodillas o las venas.
Piscis: Evitar cortarse los pies.
Algunos médicos griegos y musulmanes creían que la luna y los planetas desempeñaban un papel importante en la buena salud y esta creencia fue continuada en la Edad Media. Creían que el cuerpo humano y los planetas fueron compuestos de los mismos cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua). Para que el cuerpo funcionara bien, los cuatro elementos tenían que estar en armonía.
Muchos remedios para las enfermedades se hacían sobre una base de hierbas, pociones o curas más drásticas. Había gente en el momento de la Peste (la muerte Negra) que creían que la sufrían por haber pecado, así pues la única manera de mostrar su verdadero arrepentimiento era infligirse dolor a sí mismos. Estos fueron los flagelantes que se azotaban a sí mismos para demostrar su amor a Dios. Evidentemente, esto no era una cura para la plaga.
Con el transcurso de los años, y gracias a los avances efectuados por grandes hombres y mujeres de la humanidad, nuestra calidad de vida y longevidad ha aumentado considerablemente gracias a la medicina. No está de más saber que no hace mucho en términos históricos nos encontrábamos sumidos en el mundo de la superstición, cosa que aún hoy en día sigue ocurriendo pero en menor medida.
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