Pensar
en la ductilidad de la vid como planta, en su adaptación a distintos terrenos y
alturas, es observar la plasticidad de la naturaleza puesta al servicio de la
fructificación.
Una
raíz que puede pivotear hasta dos metros de profundidad buscando agua.
Dependiendo del lugar, alimentarse sólo del rocío nocturno.
Vivir
años trascendiendo a sus obradores brindando la posibilidad de ser injertada y
conservar la sabiduría recogida en el tiempo. Ser amarrada en un espadero
erguida conduciendo sus brazos por los alambres que determinan su posición,
soportando las podas selectivas de sus yemas y pitones, y aún así lograr sus
preciados racimos.
Lograr prosperar en pedregullos yertos de materia orgánica atrapando la
humedad necesaria y dejando drenar los excedentes.
Conocimientos inscriptos en su ADN como planta, que algunos pioneros
pudieron vislumbrar. Como los que pensaron que el Valle de Uco podía albergar
vides sanas y prósperas.
En
1962 Don Silvestre Hinojosa compró 122 hectáreas de monte en el Alto Valle de
Uco. Un lugar con un microclima ideal para la lenta maduración de los frutos,
con una gran amplitud térmica entre el día y la noche, aproximadamente 20-25º
C. Con suelos pedregosos y arenosos que permiten un excelente drenaje de las
aguas subterráneas provenientes de deshielo de la Cordillera.
Desde ese comienzo hasta nuestros días apostando a la tradición e
intuición, no sin conocimientos y tecnología, Bodega y Viñedos Hinojosa elabora
una amplia gama de productos de gran calidad y reconocimiento.
Hinojosa Malbec Reserva 2014 es el reflejo de un entorno natural
salubre, condiciones de una planta de alrededor de 30 años de aprendizaje
propio con linaje ancestral, y del manejo del enólogo José Silvestre Hinojosa.
Es
un malbec que expresa los típicos aromas de ciruela y vainilla. Un paso de 12 meses de barricas de roble
francés le dieron un toque de cuero, notas de pan tostado, chocolate blanco y
café.
Está dotado de un color rubí intenso con tonalidades azules. En boca es
un vino fresco, con una acidez que resalta sus sabores. Es carnoso y muestra un
buen volumen, persistencia en el paladar y una complejidad más que interesante lograda
en la soledad del reposo de su botella por 2 años hasta su disposición para el
recorrido final.
Un
lugar donde conjugaron el carácter propio de los viñedos, la tradición familiar
y el trabajo artesanal, como componentes de un terroir único. Ahí, donde el sol
está más cerca y donde la luna y las estrellas brillan sin igual, ahí mismo, es
donde alcanzaron una gran expresión de éste vino.
… “Y decían que sólo a un loco se le podía
ocurrir sembrar en ese pedregal”…
Dario Le Bihan
Sommelier
Comunicador
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