Por qué cuando duermo la siesta me levanto de mal humor

Después de comer, muchas personas optan por tumbarse un ratito en el sofá y dormir un poco para reponer energía pero, muchas de estas veces, pueden levantarse irritables, con dolor de cabeza y con menos vitalidad de la que tenían antes. ¿Qué ha ocurrido? Cuando nos echamos la siesta lo hacemos porque nuestro cuerpo necesita descansar levemente del gasto energético que ha realizado durante la primera parte del día y, así, tener más vitalidad por la tarde pero si nos excedemos con este "descanso" entramos en un estado del sueño más profundo que puede llegar a alterar nuestro biorritmo. 

Las siestas mejor que sean cortas
Para que una siesta siente bien es importante que controles el tiempo que le dedicas, es decir, lo mejor es que no se extiendan más de 20 minutos pues, así, conseguirás que tu mente y cuerpo descansen sin llegar al sueño más profundo. Entre 10 a 20 minutos es el tiempo estipulado por los expertos para que estas cabezaditas te sienten bien y, así, poder descansar justo lo que necesitas sin pasarte.

Piensa que, si duermes más tiempo, el bioritmo se puede llegar a alterar y, por tanto, puede afectar a tu bienestar pero, también, modificar tu sueño nocturno impidiendo que descanses profundamente por la noche. Las siestas deben usarse para lo que son: un pequeño paréntesis en tu rutina que te ayudan a descansar y recuperar fuerzas para el resto de la tarde. Nada más. En el caso de que te pases es normal que, al despertar, sientas algunas dolencias como dolores de cabeza, mareos y mal humor.

A partir de los 30 minutos de sueño, nuestra mente entra en la tercera fase del sueño, momento en el que las ondas se ralentizan y se vuelven más amplias; aquí es cuando entramos en el sueño profundo, del cual es difícil de salir y que somete a nuestra mente a un relax total y desvinculado de la vigilia. Por tanto, si tan solo dedicamos 20 minutos a las siestas conseguiremos descansar pero sin entrar en el sueño profundo, por tanto, al levantarnos estaremos más relajados y de buen humor.

Por lo tanto, ante te pregunta de "¿Por qué cuando duermo la siesta me levanto de mal humor?" la respuesta es que le dedicas más tiempo del que en realidad necesitas y, por tanto, tu cuerpo se despierta desorientado, afectando el ritmo natural de tu organismo y adentrando tu mente en un sueño profundo que, en realidad, no necesita. Esto puede llegar a modificar todos tus tiempos porque, esa noche, seguramente te irás a dormir más tarde o no llegarás a conciliar el sueño de forma profunda.

Prueba a cambiar tus hábitos y activa la alarma para despertarte a los 20 minutos, ya verás cómo tu cuerpo se acostumbra y cómo te sientes mucho mejor al levantarte.

Grupos de personas especiales
De todos modos, sí que hay algunos casos en los que se recomienda hacer siestas largas que duren 30 minutos o más como es el caso de los niños que necesitarán descansar después de comer para que puedan tranquilizarse y estén descansados durante el resto de la tarde. Si los niños no durmieran la siesta, al final llegarían a las siete de la tarde inquietos, llorando e irritados porque estarían cansados y aún no les pondrías a dormir. Que los niños duerman después de comer es un hábito imprescindible para que puedan desarrollarse correctamente durante los 5 primeros años de vida. En unComo te damos algunos consejos para que sepas enseñar a un niño a dormir la siesta.

Además de ellos, las personas que trabajan en turno de noche también es recomendable que descansen después de comer de forma profunda para, así, poder trabajar completamente descansado y rendir durante un momento del día en el que tu cuerpo, naturalmente, se prepara para descansar.

En el caso de que una noche vayas a dormir poco (porque tengas una cena, una fiesta o un viaje) también es altamente recomendable que tomes una siesta profunda para, así, conseguir estar más descansado y no ir acumulando cansancio a lo largo de las horas.

En cambio, las personas que padecen de hipertensión y los ancianos NO deben hacer siestas y, menos aún, que estas sean largas. 
Por qué? Porque se aumentan las posibilidades de padecer algún accidente cardiovascular, además de alterar la calidad del sueño nocturno que puede afectar al bienestar durante el resto del día. Las personas hipertensas suelen presentar cifras de presión arterial más altas cuando se despiertan, por eso, es mejor evitar al máximo este momento y no hacer la siesta.

Consejos para una buena siesta
Para poder disfrutar de un descanso correcto y reparador, lo mejor es que hagas la siesta desde las 7 a las 9 horas de haberte despertado. Es decir, si te levantas a las 8 de la mañana, lo mejor es que hacia las tres de la tarde te tumbes a descansar un rato. Eso sí: más tarde de las 16h no se recomienda hacer la siesta porque puede llegar a afectar al descanso nocturno, entre las 14h y las 16h es el mejor momento para descansar y reponerse del gasto energético de la mañana.

Los expertos también recomiendan que esperemos 1 hora después de comer para dormir pues, así, evitas que tu metabolismo se ralentice con el sueño y pueda digerir correctamente los alimentos que has tomado. Si te duermes de forma inmediata, puedes padecer indigestiones o molestias en la zona abdominal, sobre todo si has tomado una comida copiosa y con una gran carga calórica. De hecho, después de comer se recomienda dar un ligero paseo para facilitar la digestión de los alimentos y, así, activar el metabolismo para que este proceso sea más liviano.

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