Uno normalmente piensa en un eclipse de Sol cuando la Luna bloquea la luz del Sol. Lo que se echa de menos en este concepto, es que se trata de dos cuerpos celestes y su gravitación tiene una gran atracción sobre la Tierra.
Durante un eclipse, estos dos cuerpos combinan sus fuerzas gravitacionales en exactamente una línea recta. Esto significa que la atracción gravitatoria del Sol y la Luna sobre la Tierra se combinan durante el eclipse.
La teoría de terremoto por eclipse es el siguiente: cuando la fuerza gravitatoria del Sol y la luna están traccionando juntos crean una gran fuerza sobre las mareas.
La marea solar es de aproximadamente un tercio del tamaño de la marea lunar.
Cuando estas fuerzas de marea trabajan juntas proporcionan un mayor empuje hacia abajo en la zona de subducción de las placas tectónicas.
Si la distorsión de la gravitación y las fuerzas de marea pasan por encima de la articulación entre dos placas tectónicas que no hayan tenido terremotos recientes, la fuerza de empuje-tracción gravitatorio extra y las mareas es todo lo que se necesita para “hacer estallar la costura” para causar un gran terremoto.
El Magma bajo la superficie de la Tierra juega un papel demasiado importante debido a que la Tierra gira más rápida que la órbita de la Luna, esta marea de magma, así como la marea del océano a menudo está en frente de la trayectoria de la Luna. La coincidencia de datos de eclipse de la NASA y los datos de terremotos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) muestra una gran correlación entre eclipses y terremotos.
La teoría del terremoto lunar fue propuesta por primera vez por Jim Berkland, un geólogo retirado del USGS.
Evidencia científica
El departamento de Ciencias de la Tierra y el Instituto de Investigación Sísmica de la Universidad de Tokio examinó las fases lunares ─y la fuerza de las mareas asociadas─ que se registraron dos semanas antes a terremotos de más de 5,5 grados en las últimas dos décadas.
En el estudio se incluyó el de Sumatra, Indonesia, en 2004, el del sur de Chile en 2010 y el de Japón en 2011.
Según publica Nature Geoscience, se encontró una correlación estadísticamente significativa entre la amplitud de las mareas y esos grandes terremotos. En tanto, en los que eran inferiores a 5,5 grados, no se vio tal relación.
Otro estudio, realizado por el Departamento de Astronomía de la Beijing Normal University, y publicado en Earth, Moon, and Planets, encontró una correlación positiva en 21 terremotos de gran magnitud (>7.0) en el área de Taiwán y la fuerza de las mareas asociadas al Sol y la Luna.
Aristóteles y los mayas lo sabían
Los mayas eran grandes astrónomos y generaron muchas tablas para predecir eclipses, acompañados de advertencias; consideraron a los eclipses precursores de calamidades en su tierra de América Central propensa a los terremotos.
Aristóteles confirma la sincronicidad entre los eclipses y los terremotos, así como los historiadores griegos clásicos, que dieron cuenta de los eclipses / terremotos que destruyeron partes de su nación.
MUNDONUEVO
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