Cuántos fueron criticados por un familiar?, por un compañero de trabajo?, pero a su vez... Cuántos de nosotros criticamos? Todos!
Mirá al que tenés al lado y búscale algo para criticar, seguro que algo le encontrás. La crítica constructiva no existe, como no existe el cáncer constructivo, la úlcera constructiva, es crítica o es construcción.
Una cosa es criticar y otra cosa es corregir, corregir nace del deseo de mejorar, de superar, de excelencia, nace con una buena intención. La crítica nace siempre de la bronca, por eso no sirve para nada. Ninguna crítica sirve para nada, las correcciones sirven.
Una cosa es criticar y otra cosa es corregir, corregir nace del deseo de mejorar, de superar, de excelencia, nace con una buena intención. La crítica nace siempre de la bronca, por eso no sirve para nada. Ninguna crítica sirve para nada, las correcciones sirven.
El que critica envidia al criticado. La crítica es la declaración de inferioridad del que critica hacia el criticado.
La corrección, la solución, viene del deseo de crecer, la crítica de la bronca. Los críticos qué quieren hacer? Vieron las películas de los zombies?, que son todos zombies menos uno, y los zombies buscan a ese para morderlo y hacerlo zombie y el hombre tiene que escapar.
Los críticos son los zombies, para enfrentar la crítica hay varias cosas buenas:
Las estadísticas dicen que siempre te van a criticar.
Hagas lo que hagas siempre te van a criticar, a los únicos que no critican, es a los que están en el cementerio y hasta por ahí nomás. Siempre vamos a ser criticados y a la crítica no la tomes como algo personal, la crítica muchas veces tiene que ver con expectativas distintas, que el otro tiene.
Hay cuatro tipos de criticones,
- primero: el contra. Son esas personas que siempre te llevan la contra, vos le decís, vamos a la iglesia, no. Decís: Me compré un perro y te dicen: te comen las zapatillas. Me compré ropa, es una basura. Va a llover, no, sale el sol. Le decís: qué linda la canción, No!, fue muy larga. Cuántos conocen a esa gente? te llevan la contra. Muchos hombres te llevan la contra porque quieren mostrarte que son inteligentes. Vos qué tenés que hacer cuando alguien te lleva la contra?, vos le tenés que decir: qué inteligente!, muy bueno eso que dijiste!, sos muy inteligente! y no te molestan más.
- Segundo: está el crítico avasallante. Es ese crítico que te critica por la frustración y el odio reprimido que tiene, ya no es que te lleva la contra, para mostrarte que es inteligente, sino que te critica porque tiene bronca, le gusta criticar pero para condenar, para lastimar, a esa gente le tenemos que poner límites. Cuando alguien dice: a mí me molestó que no me saludaste. Y a mí me molestó que me molestes. A mi me dolió mucho que no me llamaste, y a mí me dolió mucho que no me llamaste vos.
Hay gente que hay que confrontarlas, tener con ellas conductas activas, firmes, claras, ponerle freno, porque son personas que si no le pones freno, te avasallan.
- Tercer crítico: es el crítico ocasional. Son esos tontos esporádicos, que van a aparecer y te van a criticar, y vos sabés que no querés tener relación, ni te interesa, ni vale la pena, entonces qué tenes que hacer cuando te tocan esos ocasionales, decirle: lo voy a pensar, muchas gracias, ya está, te lo sacaste de encima.
- El cuarto crítico es el que más abunda, los críticos de mente pequeña, esos son los que critican, porque vos hiciste algo que está fuera de su mente, fuera de su metro cuadrado, porque tienen mente pequeña, no tienen toda la información, todos los datos, son personas resistentes al cambio, son personas rígidas, la gran mayoría de los críticos son personas que no toleran el cambio, son cerrados, no entienden y todo lo nuevo les molesta.
Norman Vincent Peale, un antiguo motivador americano, contaba que un muchacho se le acercó para contarle que lo criticaban mucho y que no sabía qué hacer para poner un límite. Le dijo: “vení, te voy a mostrar un grupo de gente que no critica y que es libre de la crítica”… Y lo llevó al cementerio.
Qué podemos hacer cuando nos critican?
Darles la razón sin más: por ejemplo te dicen: “estás más gorda”… ¡Sí! “te queda feo ese traje”… ¡Sí, me queda feo!
Un hombre dando una conferencia pidió que le escribieran sus preguntas… Cuando juntó los papelitos, los abrió y había un papel grandote que decía: “Idiota”. Y el hombre dijo: “es la primera vez que me ponen su nombre y no la pregunta”.
Para no herir a nadie, tenemos que preguntarnos cómo nos gustaría que nos digan las cosas, un comportamiento básico que deberíamos implementar, pensar en esto antes de hablar.
No cambiamos a nadie mediante la crítica sino cuando mostramos las cosas positivas. Y cuando lo que no nos gusta del otro lo podemos decir apuntando a la acción y no a la persona, hace una diferencia muy importante.
Bernardo Stamateas. Escritor, terapeuta familiar, sexólogo clínico y miembro distinguido de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana.
Infonews
0 comentarios:
Publicar un comentario