Todas tenemos un par de sostenes que tienen tantos años con nosotras que ya perdieron todo su atractivo. La tela está tan fina de tanto uso que parece transparente, las moñas que los hacían tan coquetos desaparecieron y, francamente, dan un poco de pena. Pero nada de eso importa porque son cómodos y los amas. Encontrar sostenes que nos queden a la perfección es una tarea difícil y costosa, por eso los pocos que nos gustan se quedan con nosotras hasta el final de los días.
Sin embargo, todo lo bueno debe llegar a su fin. Los sostenes no están hechos para durar toda la vida y, según una entrevista del Huffington Post con Lyn Lewis, dueña de la tienda de lencería Journelle, «tienen una fecha de vencimiento y una vida útil, tal como todo lo demás».
Entonces, cuándo deberías deshacerte de tu amado sostén? La experta ofreció la respuesta:
Después de un tiempo los sostenes pierden su forma y no se ajustan al cuerpo de la misma forma que antes. Usar un sostén que te queda mal, según Lewis, «es el equivalente a usar zapatos de otro tamaño». Usar ropa interior que ya no te queda bien puede ser incómodo y también traer algunos problemas para la salud.
Las mujeres de busto grande, por ejemplo, pueden experimentar dolor de espalda si no tienen un sostén que sujete de forma apropiada sus senos.
Si quieres saber si deberías tirar tu viejo y querido sostén, primero pregúntate qué tan seguido lo usas. Si usas un solo sostén todos los días no puedes esperar que dure más de un mes.
Cómo te puedes dar cuenta de que necesitas comprar uno nuevo? Hay algunas señales de que necesitas reemplazar tu sostén:
El elástico se estiró: lo ideal es comprar un sostén que te quede ajustado con solo prenderlo del último broche, de esa forma cuando se vaya estirando puedes seguir ajustándolo y alargar su vida útil.
Las tiras se caen: si aún cuando las ajustaste, las tiras de tu sostén se resbalan de tus hombros, entonces es señal de que ya es hora de cambiarlo.
Las copas no se quedan en su lugar: si levantas un brazo y, en vez de quedarse en su lugar, las copas de tu sostén se levantan, entonces ya no sirve.
El tipo de sostén que elijas también te puede decir cuánto puede durar. Uno de encaje va a durar menos que uno de algodón, por ejemplo. Por otro lado, si quieres uno que dure más tiempo, Clarke recomienda que adquieras uno con costuras reforzadas.
Además, para cuidar los sostenes y lograr que duren lo máximo posible deberías lavarlo cada tres usos. Tampoco deberías tirarlos en el lavarropas con el resto de tus prendas, necesitan un cuidado especial y utilizar un jabón para telas delicadas. Lewis recomienda lavarla a mano: solo debes llenar el fregadero con agua tibia y jabón, agregar los sostenes en el agua y dejarlos reposar durante 15 minutos, luego solo enjuágalos y déjalos secar.
Los sostenes nos dan apoyo, nos hacen sentir sexies y, para las chicas de senos grandes, da un alivio necesario para la espalda, por eso debes cambiarlos una vez que se hayan estirado y hacer lo posible para que se mantengan en buenas condiciones durante más tiempo.
vix
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