En primer lugar debemos distinguir lo que es baja autoestima de otros problemas más serios como puede ser una depresión.
La baja autoestima es el pobre concepto que se tiene sobre la propia persona. Es también la forma es que nos sentimos capaces o no de afrontar nuevos retos con éxito.
En tanto que una depresión es una enfermedad grave, en mayor o menor medida, que se mantiene a lo largo del tiempo (superior a un mes) y en la que la persona no sabe exactamente cuál es el motivo de su malestar.
El ver que a pesar de las claras dificultades que estos casos conllevan, estamos dispuestas a arriesgar, me hace darme cuenta de la gran generosidad que albergamos la mayoría de las mujeres, pero hay que tener en cuenta que para poder ayudar a un hombre deprimido o que pasa un mal momento, además de buenos deseos, hay que ser emocionalmente sana y gozar de una buena autoestima.
De lo contrario no estaremos capacitadas para motivar y guiar a nadie, por mucha buena voluntad que se tenga.
Problemas de Autoestima
La falta de autoestima es un problema que dificulta a muchos hombres y mujeres tomar iniciativas o creer que se tengan posibilidades de conquistar a la persona deseada.
De ahí que una persona insegura de su propia valía dude eternamente entre llamar, esperar o desaparecer ante el temor de ser rechazado o tener la sensación de estar molestando.
La persona con baja autoestima intentará por lo habitual pasar inadvertida, se mantendrá callada y esperará a ver las reacciones de los demás antes de dar un paso. Se desestabiliza si sufre un revés o se le lleva la contraria… y se bloquea.
El respeto, la aceptación e interés que alguien recibe de las personas que son importantes para él, serán claves.
Por lo tanto, ya que las personas con una autoestima baja e inestable dependen en gran medida de las circunstancias externas para sentirse bien, podemos apoyarnos en los siguientes puntos para intentar favorecer su autoestima y que vea en ti a la persona con la que sentirse seguro y poder ser él mismo en todo momento. Imprescindible en cualquier proceso de seducción.
-Ayúdale a ser consciente de sus propios logros, así como a identificar y aceptar sus virtudes y defectos.
-Demuéstrale cariño y afecto. Que sienta que lo valoras, pero que a su vez entienda la importancia de quererse y valorarse a si mismo.
-Recuérdale que es imposible gustarle a todo el mundo, por lo tanto no necesita la aprobación de nadie para tomar sus propias decisiones ni vivir preocupado por recibir la aceptación de los demás.
-Hazle ver la importancia de defender sus derechos ante los demás, pues no siempre tendrá a alguien a su lado para echarle un cable.
-Evita las comparaciones: ayúdale a sentirse orgulloso de quién es y no de lo que según tú debería ser. Todos tenemos algo que nos hace especiales y únicos.
-Sé comprensiva: no conviene señalar continuamente los errores ni hacerle sentir menospreciado.
-Celebra sus logros, ya sean pequeños o grandes.
-Respeta su espacio y ayúdale a disfrutar de su propia compañía, sacar tiempo para estar a solas consigo mismo y reflexionar.
-Acepta por igual sus éxitos y sus fracasos.
-Demuéstrale que confías en él y en su capacidad de resolver las cosas.
Depresión
Sus síntomas suelen ser insomnio, falta de apetito, sensación de tristeza, desesperación, angustia permanente, dificultades para mantener la atención, falta de concentración, etc. y debe ser tratada por un especialista.
La depresión también suele incidir en problemas de baja autoestima, favoreciendo que la persona sienta que vale muy poco, le de mayor importancia a sus defectos que a sus virtudes, minimice sus logros y se focalice en sus fracasos.
Lo primero y más importante es convencerle de visitar a un especialista en psicología o psiquiatría. Generalmente una persona deprimida suele rechazar en primera instancia este tipo de ayuda profesional, por lo tanto la delicadeza y el tacto a la hora de sugerírselo va a ser clave para vencer ese recelo.
-Demuéstrale que estás a su lado: A veces no es necesario hablar para ayudar a alguien. -Las típicas frases de “no puedes seguir así”, “levanta el ánimo” o “tienes que sobreponerte”, sólo consiguen aumentar la angustia de un hombre deprimido, pues no depende de ellos animarse. Es una enfermedad que debe ser diagnosticada y tratada.
-Sé empática: no le juzgues, ponte en su lugar y muéstrate comprensiva. En ocasiones lo único que necesitan es a alguien que sepa acompañarle sin hacer preguntas ni pedir explicaciones que no saben dar.
-Respeta sus tiempos: las personas que pasan por una depresión tienen tendencia a aislarse. No lo tomes como algo personal ni como un rechazo. Si te dice que necesita estar a solas o que no tiene ganas de hablar, dale tiempo y no le presiones tratando de cubrir tus propias necesidades de atención.
-Refuerza sus virtudes: al igual que en el caso de baja autoestima, ayúdale a ser consciente de sus logros y éxitos, así como a identificar y aceptar sus cualidades y defectos.
-Cambia el chip: en el caso de depresiones leves o pasajeras no hay mejor terapia que una sonrisa. Volver una y otra vez al problema tratando de aconsejarle suele agravar la angustia, en tanto que “reírse” de lo que le está sucediendo puede sacarlo de su estado y transmitirle esperanza.
Con frecuencia las mujeres asumimos voluntariamente responsabilidades que no nos han atribuido. No eres Juana de Arco, no te corresponde a ti salvar a nadie de sí mismo, cada uno es responsable de su propio bienestar y como tal debe ser asumido.
Si deseas ayudar y así te lo han pedido, hazlo, pero pon tus propios límites y protégete.
Convivir con un hombre deprimido o que pasa por algún tipo de problema personal es algo delicado que no debe tomarse a la ligera.
No juegues a ser su psicóloga, su madre o su terapeuta, pues las emociones son altamente contagiosas y es mucho más fácil que seas tú quien caiga en una depresión, si no te encuentras lo suficientemente fuerte, a que puedas ayudarle a salir de la suya.
serseductora.com
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