Todos nos relacionamos en sociedad y es imposible tener el mismo grado de conexión con compañeros de trabajo, amigos, vecinos y familiares. Sin embargo, sí conviene puntualizar que en caso de que sean muchas las personas que te caen mal, en realidad, tienes que pensar que el conflicto está dentro de ti. En cambio, sí esta situación se produce de una forma puntual, puedes ver este hecho con total naturalidad.
Relativiza la situación porque no se trata de un problema.
Lo que convierte este hecho en un problema es cómo te lo tomas tú. Para ello, conviene evitar creencias irracionales del tipo: “Necesito tener la aprobación de todo el mundo para ser feliz”. En realidad, la única aprobación que de verdad necesitas es la tuya propia. Del mismo modo, piensa que tus compañeros de trabajo no tienen por qué ser tus amigos y nadie elige a los compañeros con los que va a trabajar.
Enfoca la situación en positivo
La energía que pierdes pensando en alguien con quien no te llevas bien, no la dedicas a relaciones más gratificantes y enriquecedoras. Tomar conciencia de ello puede ayudarte a parar la mente para no dejarte intoxicar a nivel emocional.
Por otra parte, aplica el sentido del humor puesto que si consigues reírte de ti mismo seguro que puedes sentirte más cómodo ante el conflicto.
Reduce el contacto
Cuando una persona no te cae bien, lo más inteligente es que reduzcas el contacto con ella al mínimo. Así evitas saturarte y consigues que los momentos que compartes con esa persona sean mejores al tener tú otra predisposición.
Antes de afirmar con rotundidad que una persona te cae mal, date tiempo para poder conocer su modo de ser de verdad tal y como es.
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