Sexo vainilla?, la clave para una relación duradera

Es muy probable que hayas escuchado las palabras 'sexo vainilla' y sino sabes no te preocupes es la clave para una relación duradera en pareja.

Según el portal sumedico.com que lo define como el sexo convencional, se trata de la experiencia mágica de hacer el amor con otra persona y la razón peyorativa de denominar al sexo tradicional, surge como una analogía entre los sabores de helados y las diferentes maneras de tener sexo.

Esta expresión puede sonar rara y graciosa para algunos, pero la metáfora consiste en imaginar la situación donde una persona entra por primera vez a una heladería y sin nunca haber probado un helado, entre tanta cantidad de sabores y colores que existen, seguramente no sabrá cuál elegir.

El término sexo vainilla surgió en 1984 y la primera persona en utilizarlo, fue la famosa antropóloga Gayle Rubin, en su ensayo sobre sexo “Notas para una teoría radical de la sexualidad”.

Beneficios:

El sexo vainilla carece de riqueza en opciones eróticas, ya que repite las mismas formas de acercamiento con tu pareja: la iniciativa de acercamiento por parte del hombre, el juego previo, la prioridad para la penetración y el silencio en lugar de los gemidos.

Los especialistas afirman que este tipo de sexo es uno de los mejores al permitir la conexión entre la pareja, disfrutando y conociendo sus puntos más sensibles; pero lejos de ser la experiencia donde hay más comunicación, te presentamos los beneficios del sexo vainilla:

1.  El regreso al sexo tradicional es una forma de reencontrarse como pareja

2. La posición del misionero es una de las más cómoda y es una ruta para llegar al orgasmo fácilmente.

3. Este tipo de experiencia es ideal para iniciar la vida sexual: “La vieja confiable”

4. Entre los hombres, el misionero es una posición preferente, al permitirle una penetración profunda y muy intensa.

“Cada pareja tiene su estilo y también sus propios intereses en cuanto a intimidad se trata. El punto es que ambos disfruten el encuentro al máximo”, explicó el Dr. Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexologo.

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