El cerebro es una máquina potente y compleja. Pero, como todo, tiene un talón de Aquiles: el almacenamiento de recuerdos e información. Algo evidente, incluso durante la infancia cuando el cerebro aún es como una “esponja” y está más libre de recuerdos.
La pérdida de memoria y la demencia afecta a tantas personas, que ahora se trata de combatir a base de ejercicios de todo tipo, como los sudokus o incluso aprender un idioma. Sin embargo, según un estudio reciente sugiere que las personas que tienen problemas con la memoria podrían mejorar tan solo dibujando.
La imagen contra la palabra
A menudo se emplea el tópico “una imagen vale más que mil palabras” y podría ser que para la memoria fuese cierto.
Según un estudio publicado en Journal of Experimental Psychology, el dibujo ayuda a crear una huella más cohesiva en la memoria e integra mejor imputs visuales, motores y la información semántica que otras series de estrategias de codificación, empleadas en investigaciones anteriores, como decir una palabra en voz alta. Este último método no se encontró práctico en un entorno de aprendizaje o mientras se mantiene una conversación en grupo por su naturaleza disruptiva.
Los investigadores pidieron a los pacientes que pensasen en un objeto y luego lo dibujasen. A la hora de medir su efectividad, llegaron a la conclusión de que podía ser más útil, puesto que se tarda más en hacer un dibujo que en escribir una palabra.
“Actividades como dibujar, pintar y esculpir estimulan el cerebro y ayudan a mejorar la memoria y la capacidad de introspección al combinar procesos cognitivos y motores. Existen estudios que demuestran cómo el arte puede proteger contra el declive de ciertas funciones cerebrales con la edad”.
“Además, la calidad de los dibujos realizados por la gente no parece que importe, lo que sugiere que todos puedan beneficiarse de esta estrategia de memoria, independientemente de su talento artístico”.
Las imágenes son una buena forma de fomentar la concentración y la captura de la información.
Sin embargo, en variaciones del experimento en el que los estudiantes dibujaron las palabras varias veces, o se añadieron detalles visuales a las letras escritas, tales como el sombreado u otros garabatos, el resultado se mantuvo sin cambios.
La imagen como lenguaje del cerebro
“Existen algunos ejercicios que debemos realizar regularmente, los cuales pueden mejorar nuestras habilidades mentales como por ejemplo estimular nuestra memoria y fortalecer nuestro cerebro. Se trata de aprender asociando los conocimientos a imágenes. La imagen es el lenguaje del cerebro, por eso cuando recordamos algo o cuando lo imaginamos no vemos palabras, sino imágenes”.
“Se trata de hablarle al cerebro en su mismo idioma, por lo que puede que seamos capaces de retener conceptos mucho más rápido de lo normal. Para que esta técnica de estudio sea efectiva, necesitamos ser capaces de plasmar en dibujos lo que tenemos que aprender, pero no se trata de hacer que cada folio se parezca a un cuadro de Leonardo da Vinci, sino de hacer dibujos esquemáticos y rápidos que no nos hagan perder el tiempo”, concluye la experta.
Por ello, tal vez sea hora de desempolvar nuestros lápices, rotuladores y pinceles para ponernos manos a la obra y darle a nuestra mente el estímulo que necesita, además de pasar un buen rato creando.
lavanguardia
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