San Jorge mártir, o Jorge de Capadocia, es uno de los santos más venerados dentro de la religión cristiana pero curiosamente, también lo es dentro de la cultura musulmana y hasta en algunas religiones afroamericanas.
La leyenda de San Jorge es muy interesante y su supuesta hazaña contra un dragón al mismo tiempo que divulgó el cristianismo lo ha hecho ser patrono de varios países y muchas profesiones. Se le atribuyen muchísimas virtudes y también se le invoca y reza para muchas peticiones, lo cual lo establece como un santo muy importante.
Según algunos autores, Jorge nació hacia fines del siglo III en Capadocia, lo que ahora es Turquía, aunque algunos creen que más bien fue en Siria. Era hijo de padres ricos que hicieron su fortuna gracias a la agricultura, por lo que era estudiado, acomodado y privilegiado. Otras historias dicen que más bien su padre era militar y por eso siguió sus pasos.
La gran hazaña de San Jorge sin duda es su enfrentamiento con un dragón, un relato que comenzó también desde los primeros siglos. En algunas historias es un gran reptil o monstruo, pero se le toma a la criatura como una alusión a un demonio o al mismo Diablo.
Curiosamente, muchos historiadores creen que esta leyenda de la lucha de San Jorge con el dragón es la que dio el nacimiento a los clásicos cuentos de hadas de princesas, dragones y caballeros que vienen en su rescate.
En un pueblo cerca de Libia, tenían un lago donde habitaba un terrible dragón que se comía a los habitantes: niños, jóvenes, mujeres, ancianos, animales... El pueblo, para aplacar su furia, hacía una lotería; para ver quién iba a ser sacrificado ante el demonio y en una ocasión, le tocó la mala suerte a la hija del rey, la bella princesa.
El rey por supuesto estaba horrorizado y ofreció al dragón todas sus riquezas a cambio de la vida de su hija. El pueblo se indignó y exigió al rey que entregara a la princesa ya que ellos habían perdido a sus hijos y seres queridos durante los ataques del dragón a todo el pueblo.
La princesa aceptó su destino y fue al lago a esperar al monstruo. Fue cuando se encontró con Jorge, quien ya era un militar de alto rango y pasaba por el pueblo. Él la encontró desconsolada y le pidió que le explicara la situación. En ese momento, el dragón apareció y Jorge, jurando proteger a la chica, se encomendó a Dios y luchó contra el monstruo.
Montado sobre su caballo y armado con una lanza y la protección de Dios, Jorge terminó abatiendo al dragón, ayudado por la princesa, quien pudo colocarle una especie de bozal a la criatura. Como un perro tirado por correa, Jorge llegó al pueblo y les enseñó al monstruo moribundo.
Ante todos los habitantes, Jorge dijo que Dios le había ayudado a vencer al dragón y que no iba a regresar a torturarles, siempre y cuando entregaran su vida al Señor, se bautizaran y se convertían al cristianismo, dejando atrás sus viejas creencias. El pueblo aceptó y fue cuando Jorge dio el tiro de gracia al demonio, atravesándolo con su espada.
Donde murió la bestia, el rey mandó construir una iglesia que fue bendecida por la Virgen María y por el mismo San Jorge. Y la vieja creencia decía que de las aguas de sus fuentes, se curaron todas las enfermedades de los habitantes del pueblo.
Esta labor inspiró a Jorge a revelarle al resto del ejército romano que en realidad era cristiano. Fungía como capitán de la guardia del palacio, para el emperador Diocleciano, quien llevaba tiempo eliminando todo el cristianismo de oriente y persiguiendo cristianos.
Jorge afirmó al emperador que él nunca dejaría de adorar a Cristo. Entonces el político le declaró la pena de muerte. A consecuencia Jorge sufrió el martirio: azotes, clavos, garfios y un sinfín de tortura. Jorge se encomendó a Dios y sufrió todo sin emitir una sola queja.
San Jorge, tras días de tortura y de ser atado a un caballo para ser arrastrado por las calles, fue finalmente decapitado el 23 de abril, fecha en que se le conmemora. Su cuerpo fue trasladado al pueblo de su madre, donde fue enterrado.
La historia de San Jorge se tomó entonces como uno de los "santos caballeros". En Inglaterra usaban su nombre como grito de guerra, mientras que en Rusia lo usaron como emblema de su ejército. San Jorge se convirtió así en santo patrón y protector de diversos países, regiones y ciudades como la Corona de Aragón, Inglaterra, Portugal, Georgia, Lituania y Génova, entre otros.
También es patrono de diversas profesiones y actividades, como los agricultores, soldados, arqueros, prisioneros, herreros, montañeros, e inclusive, personas que trabajan en circos y hasta los boy scouts.
Uno de los primeros Papas de la Iglesia, Gelasio I, fue quien lo canonizó en el año 494, señalando desde entonces como fiesta de San Jorge el día que murió degollado, el 23 de abril e inscrito en el santoral católico.
Otro dato interesante del santo es que el legendario arquitecto Gaudí se inspiró en la historia de 'Sant Jordi' para crear uno de los edificios modernistas que sin duda es uno de los más emblemáticos de Barcelona, la Casa Batlló.
Su techo está compuesto de las "escamas" del dragón que el santo derrotó, mientras que la espada de Jorge resalta en el techo con su cruz. Además, en el balcón superior una flor representa a la princesa, y hay calaveras en algunos balcones que son las víctimas del monstruo.
univision
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