El 20 de Marzo de 1916, en Virginia, EEUU, se quitaba la vida el único ser humano en ser exhibido en un zoológico como si fuera un animal, ese día moría Ota Benga.
Ota era un guerrero de la tribu pigmea Batwa del Congo y había sido capturado luego de la matanza de su tribu por parte de las tropas belgas de Leopoldo II.
En 1904, los organizadores de la Exposición Mundial de Saint Louis enviaron a Samuel Phillips Verner a Africa a buscar pigmeos para ser presentados como “eslabones de la evolución según la teoría de Darwin”, Samuel compró a Ota a traficantes de esclavos belgas.
En la exposición, con algunas limitaciones, Ota fue tratado como un empleado de la exposición, se paseaba por ella con sus escasa vestimenta típica, arco y flecha, terminada la exposición empezó su calvario. Sin saber que hacer con él, Verner envía a Ota a Hermon Bumpus, director del Museo Americano de Historia Natural, este sin escrúpulo alguno, comenzó a exhibirlo en la “Casa de los monos” del Zoológico de New York.
Si bien el público no sabía como reaccionar, generaba interés y el predio se llenaba, Ota deprimido solo se sentaba durante horas en la hamaca de los orangutanes. Cuando Bronx William Hornaday, el director del zoológico le estaba por agradecer a Hermon por tan brillante idea, comenzó a haber manifestaciones frente al establecimiento.
Miembros de la Iglesia afroamericana baptista organizados por el clérigo James Gordon bloqueaban las entradas del Zoo generando simpatías de blancos progresistas. Gordon logró que Ota fuera enviado al Asilo Howard Colored mientras se decidía que hacer con él ya que su tribu había sido aniquilada. Finalmente fue instalado en Virginia, donde asistía a una escuela y trabajaba en una tabacalera, pero no se pudo adaptar, se volvió irascible y violento. El 20 de Marzo de 1916 hizo una fogata con todas sus pertenencias y se suicido con un disparo en el pecho, el arma era de su benefactor y tutor, Gregory Hayes.
El 20 de Marzo de 1852, la escritora Harriet Elisabeth Beecher Stowe editaba un libro que sacudiría la estructura del pensamiento en las esferas políticas que aún sostenía la esclavitud legal en los EEUU, ese día veía la luz “La cabaña del tío Tom”.
Hija de un afamado pastor congregacional de Boston, de quién heredó el espíritu abolicionista, Harriet con una firme vocación de escritora, ideó y elaboró su primer libro observando el deterioro de las estructuras familiares de los esclavos masacrados en plantaciones y trabajos denigrantes.
La historia con la esclavitud como marco describe dos vidas paralelas, la de Tom, complaciente y sumiso, incapaz de imaginar un futuro fuera de la plantación y un segundo esclavo, osado y dispuesto a todo para lograr su libertad y la de su familia.
El libro enmarca esa historia dentro del espíritu cristiano, en él se destacan la moral de la maternidad, la solidaridad ante la injusticia y el arrepentimiento, pese a ello la cruda descripción de la vida de los esclavos fue demasiado para una sociedad que edificaba sus riquezas en las miserias de los oprimidos.
El libro se convirtió en un suceso impensado, vendió en un año mas de 300 mil ejemplares, una cifra sideral y solo superada por la Biblia, la polémica que generó fue creciendo hasta que en 1861 estalla la Guerra Civil. En el año 1862, Harriet tuvo el inmenso honor de conocer a Abraham Lincoln, estuvo imaginando ese encuentro durante días, pero nunca imaginó lo que el presidente tenía para decirle, al estar frente a frente, Lincoln se agachó (Harriet era muy pequeña) y le dijo “-De manera que es usted la pequeña mujer que escribió el libro que provocó esta gran guerra”.
Harriet siguió con una exitosa carrera como escritora, publicando grandes obras como “El cortejo del ministro”, “La perla de la isla Orr”, “Cuentos de la Vieja Ciudad” y “Nosotros y nuestros vecinos”.
Efemérides históricas
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