Tras muchos años recibiendo duros golpes de la vida, llegué a un punto donde la consideraba mi enemigo. Simplemente la odiaba. Odiaba la vida.
Cuando uno pretende enfrentarse a ella, las consecuencias pueden ser letales.
Este proceso que te lleva a odiar a la propia vida, es consecuencia de que antes te hayan pasado multitud de cosas las cuales creías que no te merecías.
Cuando esto ocurre, no hay mejor modo de empeorar las cosas que plantarle cara y revelarse ante ella.
Si te encuentras en el punto medio donde crees que te pasan cosas injustas, antes de pasarte al lado oscuro sigue leyendo, e intentaré que no cometas los mismos errores que yo cometí. Las consecuencias fueron devastadoras.
Quiero justificarte que todo pasa por algo, y así lo he vivido yo en mis propias carnes.
Cuando uno cambia su actitud y se pone en modo aprendizaje, por el camino te das cuenta de muchos detalles que antes no contemplabas. Ciertas cosas malas que te ocurrían empiezan a ser menos frecuentes, hasta que llegas a la conclusión de que las cosas pasan por algo.
Okey. Todo pasa por algo. Pero… ¿Por qué?
Quiero distinguir dos motivos por los cuales te pueden ocurrir cosas malas.
Además, también te diré con qué frecuencia ocurren y el porqué de esa frecuencia.
En el fondo la explicación es sencilla, luego sera cuestión de que uno crea y esté dispuesto a hacer las cosas bien.
Vamos con la primera razón.
La ignorancia
Si, querido lector. Esa palabra de la cual has oído tanto a hablar.
Primero de todo quiero definir bien el concepto de la ignorancia: Falta de saber y/o conocimiento o experiencia.
Si no sabes que es el fuego, tampoco sabrás que si te acercas mucho a él te quemarás, y esto te causará dolor.
Parece muy evidente, y lo es. Cuando te quemas aprendes muy rápido que no debes tocar el fuego, y no lo vuelves a hacer más.
El problema viene cuando ignoramos multitud de detalles que no son tan evidentes y seguimos “quemándonos” día tras día sin darnos cuenta.
El budismo es una filosofía que con la práctica de la misma nos ayuda a dejar de ignorar esos detalles que derivan en consecuencias catastróficas a lo largo de nuestra vida.
Según el budismo, el camino que lleva al cese del sufrimiento es:
Comprensión correcta
Pensamiento correcto
Palabra correcta
Acción correcta
Ocupación correcta
Esfuerzo correcto
Atención correcta
Concentración correcta
Para que sea más fácil de comprender voy a poner un ejemplo.
Imagínate que tienes pareja y estás enamorado. Por otra parte, eres una persona débil y a menudo te sientes atraído por otras personas.
No has llegado a ser infiel, pero tus pensamientos son tan frecuentes que te generan una necesidad insatisfecha que se va haciendo grande y esto te provoca indecisión y quebraderos de cabeza.
Como consecuencia, sufres.
Aquí tu problema ha sido el punto 2. Pensamiento correcto.
Sin darte cuenta, tu mente ha ido alimentando un pensamiento que al final te ha causado sufrimiento. Al no darte cuenta, quiere decir que estás ignorando completamente que ese pensamiento es la causa de tu sufrimiento.
Cometes muchísimos errores día tras día fruto de tu ignorancia.
La propia palabra ignorancia significa desconocimiento, y el hecho de ser desconocido a veces resulta difícil de ver.
Como he dicho antes, el budismo nos ayuda a dejar la ignorancia atrás, y por tanto dejamos de cometer errores que eran los causantes de nuestra infelicidad.
Errores que se nos hacen invisibles si no ponemos de nuestra parte para verlos. No todo es tan perceptible como saber que no debes tocar el fuego.
Ahora ya sabes que eres ignorante y que cometes muchos errores día tras día que son la causa de tu sufrimiento.
También sabes que para dejar esa ignorancia atrás debes introducirte a la filosofía budista.
Introducción a la filosofía budista
Si te fijas, los monjes budistas y las personas sabias son gente muy feliz, aún sin tener nada. Luego, ves a personas con mucho dinero pero con una mente tan compleja e ignorante que no consiguen evitar su sufrimiento.
La ignorancia es la primera razón que explica que todo pasa por algo en la vida. Ahora vayamos a la segunda razón.
Hacer lo incorrecto sin ser ignorante
Sabes que el fuego quema. Aún así pones la mano.
Muy evidente, no?
Aunque parezca mentira cada día cometemos errores de los cuales somos conscientes.
Sabemos que hay cosas que no debemos hacer, pero como somos débiles terminamos haciendo lo que no debemos.
Por ejemplo, la gente que fuma. Ellos saben que el tabaco mata, pero aún así fuman.
Luego padecen enfermedades graves y sufren.
Todo pasa por algo. Acción: fumar. Consecuencia: enfermedad.
Por tanto, no solo debemos centrarnos en dejar de ignorar los errores que cometemos día tras día, sino también dejar de cometer los errores que no ignoramos.
Si no lo hacemos, las consecuencias de la vida llegarán tarde o temprano.
Frecuencia con la que nos ocurren cosas malas
La frecuencia va muy relacionada con el grado de ignorancia de los errores que cometemos.
Es decir: si no eres consciente de los errores, la vida no te atizará con tanta dureza.
Parece mentida, pero es una realidad pura.
Si haces algo malo y eres plenamente consciente de ello, muy probablemente sufrirás consecuencias y éstas serán mucho más graves.
Dejar de ignorar conlleva una gran responsabilidad.
Cuanto mas consciente eres de las cosas y menos ignorante eres, menos errores puedes cometer. Esto puede parecer malo, pero no lo es siempre y cuando no hagas lo incorrecto.
Es mucho peor ser ignorante y cometer errores, aunque las consecuencias no sean tan graves, que ser consciente y a la vez no cometer errores. En el primer caso sufrirás por los errores que hayas cometido, pero en el segundo caso no habrás cometido y por tanto no habrán consecuencias.
Aún me acuerdo cuando era pequeño, y también en mi adolescencia. Hice de todo y me metí en muchos líos, y aún así las consecuencias no fueron tan graves como podrían haber sido.
En cambio, ahora que he dejado de ignorar muchos errores que cometía, a la mínima que hago la vida me atiza un duro golpe para enderezarme de nuevo.
Los golpes de la vida son señales
Cuando la vida te castiga pueden pasar dos cosas. La primera es que te reveles contra ella y te hundas aún más (como yo hice). La segunda es que aprendas de tus errores.
Te puedo garantizar que no hay mejor decisión que intentar aprender de tus errores. Estoy plenamente convencido que si decides tomarte los golpes de la vida de un modo constructivo las cosas te irán muchísimo mejor.
Los golpes de la vida son señales que nos indican que no estamos haciendo lo correcto.
Cuando decidí dejar de luchar contra la vida e hice de ella mi profesor, las cosas empezaron a irme mucho mejor, y poco a poco he ido saliendo del pozo en el que me metí.
Ahora, cada vez que me pasa algo intento llegar al origen y ver porqué me pasó. Hay cosas que son muy evidentes, pero otras no tanto, y a veces puede resultar difícil encontrar respuestas.
De todos modos no te rindas, sigue confiando en la vida y en que todo pasa por algo.
Si no confías en que las cosas pasan por algo, difícilmente tendrás la fuerza para aprender. Por tanto, todo empieza con la fe, hasta que con tus propios ojos ves que cada vez se hace más evidente que todo pasa por una razón.
Qué debes hacer para que te ocurran cosas buenas
De momento solo he hablado de porqué nos ocurren cosas malas, pero si has prestado la suficiente atención sabrás decirme que para que te ocurran cosas buenas debes dejar de ignorar y dejar de cometer errores.
Quiero que entiendas que dejar la ignorancia atrás no es ni un proceso fácil ni rápido.
Hay aspectos muy profundos de nuestro ser fruto de nuestras vivencias que nos hacen ignorar pequeños detalles, que poco a poco se hacen grandes y nos causan sufrimiento.
Son tantos y algunos tan imperceptibles, que descubrirlos puede llegar a ser todo un logro en nuestra vida.
La filosofía budista busca dejar la ignorancia atrás. Al dejar la ignorancia atrás, extingues tu sufrimiento y a la vez dejas de causarlo.
desdelaraiz
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