La historia cuenta que allá por el mil ochocientos los caciques ‘ponían su cuerpo’ para negociar con los blancos. En 1855 el Estado de Buenos Aires replanteó su política de fronteras y retomó la senda de los acuerdos pacíficos. Es en este contexto que empieza a generarse un vínculo diplomático, de envío de correspondencia y negociación entre las autoridades de Carmen de Patagones y Yanquetruz. La leyenda dice que este líder, que tenía la particularidad de saber leer y escribir en español, usó sangre humana para escribir sus cartas y negociar las condiciones de existencia de su pueblo.
“Yanquetruz fue un cacique que logró de muy joven tener un liderazgo muy fuerte”, explica la arqueóloga Victoria Pedrotta, investigadora del CONICET y la Universidad Maimónides, “controlaba todo lo que es la zona de la cuenca del río Negro y el río Limay en el norte de la Patagonia”. Y esta carta “refleja muy bien todo el juego de negociaciones y de elementos que se ponían en juego en las relaciones diplomáticas”, agrega.
Muchos historiadores han dado por sentado que la carta fue efectivamente escrita con sangre, sin poder corroborarlo científicamente. La investigadora encontró la carta en el Archivo General de la Nación (AGN) y junto a trabajadores del organismo comenzaron a preguntarse por la posibilidad de chequear que este dato fuera cierto. Es así como llegaron al Centro de Estudios Químicos y Biológicos por Espectrometría de Masa (CEQUIBIEM), adherido al Sistema Nacional de Espectrometría de Masas, que cuenta con el equipamiento necesario para realizar el análisis correspondiente.
Ricardo Neme Tanil es bioquímico e historiador, trabaja en el CEQUIBIEM y fue el encargado de tomar la muestra y realizar el análisis correspondiente: “la cosa era mucho más ceremoniosa de lo que esperaba”, confiesa. En su laboratorio probó distintas técnicas para obtener el resultado de la muestra y confirmar si efectivamente la tinta utilizada por Yanquetruz hace más de 150 años fue sangre humana.
Cabe destacar que el acuerdo que derivó de este cruce epistolar es el primer tratado escrito durante el período independiente mediante el cual se reconoció oficialmente la legítima propiedad de tierras a una comunidad indígena en la actual provincia de Buenos Aires. “El avance de la ciencia y de la tecnología hoy nos está permitiendo hacer este estudio que hace 20 o 30 años hubiera sido imposible o impensado”, resalta Mariana Nazar, responsable de Capacitación y Desarrollo Archivístico del AGN.
“La Secretaría de Ciencia y Tecnología permitió armar una comunidad de expertos que fortaleció la planificación y el desarrollo de una forma fluida”, expresa Nazar en relación al trabajo realizado. Por su parte, Paula Nahirñak, subsecretaria de Coordinación Institucional de la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, destaca la interrelación entre distintos actores del Sistema Científico para lograr este objetivo y el uso de los Sistemas Nacionales, el programa que promueve el acceso abierto a la producción científica y tecnológica, y el uso eficiente de los recursos físicos para la comunidad científica y tecnológica, el sector productivo y la sociedad en general.
Para conocer los resultados del estudio no te pierdas el documental ‘Yanquetruz: sangre o tinta’ el miércoles 14 de agosto a las 19 horas por TECtv. Miralo por la señal 22.5 de la Televisión Digital Abierta (TDA) o por el sitio web del canal www.tectv.gob.ar.
DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN Y PRENSA
SECRETARÍA DE GOBIERNO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA
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