Dopamina, serotonina y endorfinas frente a cortisol y adrenalina. Para que el cuerpo se beneficie de lo bueno que puede aportar el fútbol hay que vivirlo con pasión, pero en positivo.
Un evento como el Mundial de Fútbol de Rusia 2018 puede convertirse en medicina para las emociones, al tener la capacidad de divertir, apasionar, entretener, evadir de los problemas e incluso dejar de lado discusiones políticas y la crispación. La capacidad que una competición como esta tiene para ilusionar y beneficiar al estado de ánimo, repercute de forma positiva en la salud.
Así lo asegura la doctora Marisa Navarro, psicoterapeuta y autora de los libros 'La medicina emocional' y 'El efecto tarta', que explica que siempre que sepamos entender bien la competición, ser aficionado a un deporte puede reportarnos grandes beneficios, al generarse en el cuerpo sustancias beneficiosas como la dopamina, relacionada con los sistemas de recompensa cerebrales, la serotonina, que regula nuestro estado de ánimo y nos hace estar más animados y contentos, o las endorfinas que nos provocan sensación de bienestar. Son analgésicas y euforizantes.
“El problema es cuando en lugar de entender que se trata sólo de una competición que se debe disfrutar, los aficionados se identifican con ella de tal manera que en lugar de diversión experimentan sensaciones como la ira, el estrés o la ansiedad”, comenta la doctora. De esta forma, tendremos descargas de adrenalina y cortisol en el organismo, y entonces la experta advierte de que el fútbol podría afectar a la salud de forma negativa, al aumentar la frecuencia respiratoria y cardíaca, crear tensión muscular que desembocará en dolor, y desencadenar subidas de la presión arterial, que pueden llegar a provocar incluso infartos, etc. Por lo que hay que ser cuidadoso.
Por ello, la doctora explica que para que el fútbol se convierta en medicina hay que tener en cuenta esta serie de recomendaciones, sobre todo tratándose de personas susceptibles.
Guía para disfrutar de los beneficios del fútbol
Comprender que se trata de un juego.
Es fantástico poder disfrutar con las victorias, pero también hay que entender que no siempre se puede ganar y hay que saber también perder, y que cuando un equipo ha sido superado hay que tener en cuenta que habrá nuevas oportunidades y que esto no debe afectar a nuestro día a día, ni vida personal, ni por supuesto a nuestra salud.
No dejar que nuestros conflictos personales se manifiesten a través del fútbol.
Así se evitarán los pensamientos que pueden producir sentimientos y emociones negativas, sobre los sucesos que se den en el partido. Desahogar nuestros problemas en el partido no hará que mejoren, ni nos sintamos mejor.
Evitar el exceso de alcohol en los partidos, ya que este disminuye la capacidad para manejar las emociones.
Centrarse siempre en el espíritu deportivo, y es que pierde o gane un equipo, el mayor esfuerzo es el intento por jugar lo mejor posible, disfrutando de la competición y del espectáculo.
Evitar las discusiones.
Poniendo más conciencia, inteligencia y buenas maneras se puede manejar al espectador tóxico, que siempre aparece y molesta todo el tiempo con sus gritos y comentarios despectivos y negativos.
Si lo que causa tristeza o desasosiego es el final de las competiciones, piensa que pronto empezará otra temporada. Y que mientras tanto puedes encontrar la satisfacción realizando otras actividades como hacer deporte, leer, pasear o escuchar música.
mujerhoy
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