A través de la Ley provincial 5131 se establece el 24 de agosto como Día del Padre en Mendoza, en referencia al nacimiento de Mercedes
Mercedes Tomasa, hija única de don José de San Martín y Remedios de Escalada, nació en Mendoza el 24 de agosto de 1816, precisamente en la calle Corrientes, hogar que desde 1814 habitaba el matrimonio de San Martín y Escalada y que pertenecía a la familia Álvarez. Los primeros años de vida de Mercedes fueron realmente intensos, el viaje a Buenos Aires cuando tenía poco más de cuatro meses, la enfermedad de su madre Remedios, la ausencia de San Martín por las misiones que éste emprendía —que entonces consistían en la liberación de Perú y Chile—, hicieron que Mercedes se desarrollara en ambiente agitado pero al mismo tiempo contenido y lleno de cuidados y cariño.
Entre sus seis y siete años, su madre Remedios enfermó y murió el 3 de agosto de 1823. Su vida, desde ese momento desamparada del abrigo del calor antes otorgado por el cuidado y atención de su madre, quedó al cuidado de su abuela hasta que su padre terminara con las misiones independentistas y pudiera, por fin, regresar a Buenos Aires y darle el acompañamiento, protección y educación necesaria.
En 1824, Mercedes y San Martín viajaron a Europa donde «la infanta mendocina», como la solía llamar su padre, recibió una educación de primera calidad, en la que se destacó en pintura y música.
Mercedes murió en febrero de 1875, también en Brunoy. En 1951, sus restos, junto con los de Balcarce y su hija mayor, fueron repatriados y hoy descansan en la Basílica de San Francisco.
En 1831, tanto ella como su padre se enfermaron de cólera en Francia. Sin embargo, al parecer no todo era infortunio para padre e hija. El médico Mariano Balcarce fue quien los atendió en esta enfermedad y quien también prestó especial atención a Mercedes, con quien terminaría por casarse al año siguiente, el 13 de septiembre de 1832, y consagraría uno de los momentos más felices para la acotada familia integrada para entonces sólo por el Gral. don José de San Martín y Mercedes. Para San Martín, explican los historiadores, el casamiento de Mercedes con Balcarce fue un acontecimiento lleno de algarabía, un momento en que San Martín sintió el logro del esfuerzo hecho por su hija Mercedes, por quien pasaba gran parte, sino toda, de su vida.
Del matrimonio de Mercedes y Balcarce nacieron María Mercedes y Josefa Dominga. En 1859 compraron una casa en Brunoy, cerca de París. Sin embargo, la desventura todavía contaba con margen para rozar la vida de Mercedes y en 1860 la enfrentó con la muerte de su hija mayor, María Mercedes, de 26 años, a quien dieron sepultura en una bóveda en la misma villa donde vivían. Su otra hija, Josefa Dominga, tendría todavía mucha vida por delante, una personalidad se distinguió en ella, caracterizada por la solidaridad y perpetuo respeto y glorificación de su abuelo.
Boletín de DGE
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