El siglo XX siempre será recordado por renombrados activistas que lograron grandes avances en materia de derechos de la mujer.
Fue justo a finales de este siglo cuando inició un período clave en la historia de Ruanda, un país africano que actualmente es pionero en igualdad de oportunidades y en la eliminación de la brecha salarial entre hombre y mujer
Este par de acontecimientos toman lugar tras un hecho que llenó de luto a la población mundial: en 1994 el gobierno hegemónico hutu de aquel país, inició una cacería despiadada contra la población tutsi, una de las mayores a nivel geográfico en Ruanda en aquel entonces.
En el documental En pocas palabras de Netflix Consolee Nishimwe, sobreviviente de aquel episodio y actual activista de derechos humanos, recuerda su abrumadora experiencia:
«Perdí a mi padre y a mi hermano. Sólo quedamos mi madre, mi hermana y yo. Sé que la mayoría de las mujeres en Ruanda pasaron por lo mismo (...) El 75 % de nuestro pueblo desapareció. De inmediato tuvimos que sobreponernos y seguir adelante, la pobreza en el país no nos dejaba opción».
Valentine Rugwabiza, embajadora de Ruanda ante la ONU, también recuerda ese capítulo oscuro. Por primera vez, la mayor parte de los pobladores eran mujeres y la lucha tras el duelo permaneció:
«Un año antes del genocidio, las mujeres no tenían acceso a los derechos más básicos. De pronto se vieron en la necesidad de trabajar en algo que nunca hubieran considerado: había mujeres policías, militares (...) Con el paso de los años comenzamos a ver lo que nuestros allegados más tradicionalistas llamarían "inconcebible": mujeres en cargos públicos».
El tejido social se quebrantó en los 90, pero la lucha por la supervivencia obligó a las mujeres en Ruanda a tomar masivamente puestos laborales nuevos para conseguir alimento y mantener activa la economía del país.
El gobierno entendió que para levantar a Ruanda de aquella tragedia, iba a necesitar de las mujeres en múltiples áreas. Fue entonces que los parlamentarios hicieron modificaciones a las leyes para otorgar incentivos y facilidades en el campo laboral.
La nueva constitución de Ruanda priorizó ante todo la igualdad entre hombres y mujeres. Hoy día el 61 % del parlamento en Ruanda se compone de miembros femeninos, haciéndolo único en el mundo.
Las ruandesas superan a los hombres en el mercado laboral de nuestros días: un 88 % de ellas trabaja fuera de casa contra el 87 % de ellos. Esto desde hace años, contribuyó para que el país africano eliminara la brecha salarial entre hombres y mujeres.
A nivel mundial se recuerda a las ruandesas por ser las responsables de levantar su nación. Hoy, sus principales activistas se enfocan en promover la igualdad de oportunidades en el resto del mundo.
VIX
0 comentarios:
Publicar un comentario