Cada vez más escuchamos hablar del lenguaje no verbal y la interpretación de gestos como herramientas para analizar qué significa el comportamiento de las personas y si coincide con lo que dicen o hacen. Queremos saberlo todo, oigan.
Ya sea a través de series de la tele, películas, googleando a lo loco en páginas no del todo fiables (así nos va) o tomando un libro en condiciones y empapándonos sobre el tema, el hecho que es que nos interesa saber cómo averiguar qué piensan los demás y si están o no diciendo la verdad.
Como explica la doctora Gwendolyn Seidman, en realidad este tipo de evaluaciones de comportamiento se basan en corazonadas e intuiciones sobre lo que vemos.
Nuestra capacidad para hacer estos juicios poco precisos de forma rápida, es automática y adaptativa
No obstante, los resultados recogidos en un reciente estudio han demostrado que “un breve vistazo de dos segundos a una foto de alguien fue suficiente para que la gente determinase si habían tenido un pasado violento”.
Tras meses de trabajo con un grupo de estudiantes universitarios a los que se les mostraron diversas imágenes de parejas con el objetivo de analizar posibles infidelidades de las mismas, el equipo de investigadores llegó a la conclusión de que “nuestra capacidad para hacer estos juicios poco precisos de forma rápida, es automática y adaptativa” y que verdaderamente sólo observando somos capaces de advertir situaciones tales como una infidelidad.
De lo que no se habla demasiado es de la importancia de no generalizar ya que, en el momento de analizar los gestos de una persona, puede que nos encontremos frente a alguien desconocido cuyas manías, posturas o expresiones no tengan nada que ver con que mienta o no sino con costumbres personales.
Varios gestos para detectar a un mentiroso
Dice la doctora Seidman que “cuando se tiene una corazonada de que alguien nos está engañando podríamos estar en lo cierto”. Vamos, ninguna ciencia exacta. Y es que nos estamos empezando a obsesionar con que determinados gestos, posturas y formas de hablar significan sí o sí que nos están mintiendo.
Para no basarnos sólo en impresiones, es útil conocer algunos trucos básicos para saber si alguien nos está mintiendo (incluso en menos de cinco minutos).
Te has parado a pensar en otras posibles explicaciones a estos comportamientos?
Nosotros sí.
Si cruza las piernas o los brazos: igual simplemente tiene frío o una fuerte sensación de micción.
Se muerde los labios: los pellejillos están ricos (aunque no tanto como los de alrededor de las uñas).
Ausencia de contacto visual: atentos a un posible estrabismo u ojo de cristal.
Se rasca la nariz: desde soriasis a un moco reseco, no te obsesiones.
Habla lento y con pausas: quizás es alguien que vocaliza y busca que le entiendan en la comunicación.
Dirige la mirada hacia la izquierda: observa las humedades y telas de araña del techo (limpia después).
Esconde las manos: puede que le suden las palmas o esconda algo.
Pide que le repitan las preguntas: claramente, no te estaba escuchando. Sin más.
Se muestra nervioso ante las interrupciones: deja de cortarle, que es desquiciante.
Apenas se mueve: no estáis bailando un mambo, relájate por dios.
Todos tenemos derecho a mentir y, por mucho que analicemos, los gestos y comportamientos no son determinantes. Tómatelo con calma y mira el conjunto global, no si la ceja está arriba o abajo (lugar común de acumulación de cicatrices de brechas infantiles).
elconfidencial
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