La isla de Phuket en Tailandia, es uno de los mayores atractivos turísticos de Asia gracias a sus hermosas playas. Sin embargo, este sitio tiene algo especial para los fans de las fotografías: la pista de aterrizaje del aeropuerto, está prácticamente pegada al mar, lo que anima a miles de turistas a sacarse selfies con los aviones despegando de fondo en la playa Mai Khao.
Sin embargo, algo que podría sonar tan inofensivo como tomarse una foto, para las autoridades de la aviación de Phuket es considerado sumamente peligroso, ya que puede distraer a los pilotos y provocar un accidente, motivo por el cual, decidieron cerrar el paso y prohibir que se acerquen personas a la zona.
Quienes no hagan caso y se tomen fotos en el lugar igual, serán castigados con la pena de muerte. Sí, la ley tailandesa dice que distraer a un piloto -que es lo que piensan que puede llegar a ocurrir - está penado con la muerte.
Wichit Kaewsaithiam, director del Aeropuerto Internacional de Phuket explicó al medio local Bangkok Post: «Queremos que el turismo y la aviación puedan coexistir», pero no por eso iban a permitir ningún riesgo sobre la aviación.
Los castigos menos severos incluyen una multa de hasta 40.000 baht (1.253,20 dólares) o una sentencia de cárcel de hasta 20 años: «La pena para cualquier persona que no cumpla con este reglamento incluye la pena de muerte, cadena perpetua o pena de prisión de entre 5 a 20 años, según la Ley de Aviación Aérea de 1978», aclaró el director.
A su vez, se estableció también una prohibición para los habitantes de la zona, que tendrán que respetar una distancia de 9 kilómetros para utilizar drones o luces brillantes, todo por las posibles distracciones que su uso pueda causar en los pilotos.
VIX
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