En 1897, el famoso compositor Edward Elgar, envió una carta cifrada a su amiga la señorita Dora Penny, apodada “Dorabella”. El código puede contar una historia de un amor secreto entre dos amantes.
Puede ser una carta formal a una amiga o puede ser un simple galimatías. Independientemente de lo que se diga en el código Dorabella, su contenido ha sido un misterio durante más de un siglo a pesar de interés mostrado por un número incontable de criptoanalistas.
El 14 de julio de 1897, la carta apareció en la puerta de la señorita Penny. La señorita Penny publicó la carta cifrada para pedir posibles soluciones, porque ella nunca tuvo la más mínima idea de lo que significaba. Es evidente que este misterio no tiene la misma importancia que un código de la máquina Enigma o el Cifrado Beale (aquel que lo descifre puede llevarse treinta millones de euros); aunque a pesar de no tener una real importancia material, el Código Dorabella sigue siendo un misterio popular.
El Código está formado por 3 filas y 24 símbolos diferentes de garabatos, para un total de 80 caracteres. La mayoría se parecen a la letra “E”, que podría tener algo que ver con las iniciales de Edward Elgar. La mayoría de los historiadores creen que se trata de un método de sustitución. En este caso, significaría que cada símbolo ondulado representa una letra del alfabeto inglés. Aunque hay 26 letras en el alfabeto y 24 formas diferentes, podría ser una opción.
Los criptoanalistas utilizan frecuentemente el análisis de frecuencias, lo que coincide en el sistema de cifrado de garabatos con las letras más comunes (A,E,T). Así que este método nos muestra que es pausible que sea la técnica utilizada. Aún así, no se ha conseguido descifrar, ya que este tipo de análisis son más efectivos cuanto mayor sea el texto y el número de palabras codificadas. Encontrar un patrón es la clave.
El misterio de Dorabella no es quién envió la carta cifrada, ni porqué, ni como. El enigma está en su contenido, que por trivial sea viene manteniendo en vilo a todos aquellos interesados en la criptografía y los misterios.
Nunca se resolverá? Al no cumplirse los dos requisitos fundamentales para la celeridad de la resolución (recompensa y urgencia), seguirá siendo un pasatiempo para los idealistas que disfrutan de una buena historia.
Fuente: Sams E. (1970) Carta cifrada de Elgar a Dorabella
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