Es comprensible que en países fríos no contemplen una buena siesta, pues en otras latitudes suelen estar en la cama antes de medianoche, pero en países con sangre caliente la hora de las brujas es simplemente el mejor momento para salir de fiesta. Esto hace que la siesta no sólo nos sirva de ayuda, sino que se hace imprescindible para aguantar el tirón de los meses de calor.
Pero la siesta tienen muchos más beneficios de los que se aprecian a simple vista. Neurólogos o cardiólogos tendrán diferentes motivos para explicarte los beneficios de una siesta, pues nos afecta positivamente en varios campos. Veamos en cuáles.
Beneficios para el cerebro.
La siesta beneficia a nuestro cerebro de tres maneras distintas.
Por un lado, mejora nuestra memoria. Cuando entramos en el reino de los sueños, a través de la fase REM (rapid eye movement o movimiento rápido de los ojos) nuestro cerebro hace una rápida recopilación de lo aprendido entre nuestro último sueño y el actual. Pasar por esta fase REM dos veces al día, tarde y noche, nos ayudará a catalogar mejor los recuerdos en el cerebro y actuará con más rapidez cuando en la vigilia necesitemos recordar algún dato.
Por otro lado y debido a lo explicado, la siesta también beneficia a nuestra concentración, que está intrínsecamente conectada a nuestra memoria, por lo que reposar en la tarde está especialmente recomendado a estudiantes de cualquier edad.
Por lo tanto, el tercer beneficio que trae la siesta a nuestro cerebro es una mejora en el aprendizaje, no necesariamente académico, sino vital. Las siestas regulares nos ayudarán a solucionar nuestros problemas del día a día con mayor rapidez y solvencia.
Beneficios para el corazón.
Está demostrado que las personas que duermen regularmente una siesta sufren menos problemas de presión arterial y tienen un menor riesgo de sufrir infartos o episodios cardíacos que las personas que sí reposan tras el almuerzo.
Beneficios para el sistema inmunológico.
El sistema inmune, o aquel que procura nuestro equilibrio interno frente a agresiones externas, es otro de los grandes beneficiados por la práctica de la siesta. Sabemos que la falta de sueño puede acarrearnos enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y la depresión, así que nunca está de mal sumar unos minutos más de sueño al día para prevenir tales enfermedades.
No es que necesitemos ninguna excusa para dormir la siesta, pero conociendo estos datos seguro que la próxima la tomas con más ganas.
cosmopolitantv
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